En anteriores reseñas, expuse los supuestos peligros que acechan al flamenco, desde que algunos de los principales artistas, buscando nuevos caminos tratando de investigar y fusionar el flamenco con otras lineas musicales, con el fín de dejar patente que el flamenco es compatible y apto a las fusiones.
Pero una cosa es querer crear nuevas formulas que se apartan de la autenticidad del flamenco, para conseguir mayor popularidad o difusión y, otra es alejarse de los principios y las reglas que rigen este arte y seguir utilizándolo como base de gancho o tirón, hacia un público mayoritario, que gene ralmente es desconocedor y fácil de influir y, lo peor de confundir.
Por ello, tratare con toda humildad y respeto a cualquier opinión, exponer unas cuestiones y sensaciones que en los últimos años están proliferando con demasiada frecuencia en espectáculos públicos, distorsionando y abandonando en muchos de ellos la esencia del espíritu de este arte, entrando en una dinámica en la que todo vale, con el fin de crear popularidad y expectación.
En toda obra musical, sea la que sea, la forma, es la que se encarga de estructurar y organizar las partes en las que se divide la obra.
En el cante, por ejemplo, generalmente, se comienza por una introducción o preludio musical de guitarra (en la jerga flamenca, falsetas) de libre interpretación dentro de una tonalidad establecida en concordancia con la voz del cantaor/ora, que sirve para dar salida al cante en el que el cantaor templa la voz, con ayeos propios para fijar el tono, o bien, entrar directamente al cante en el primer tercio (verso), siguiendo una falseta de guitarra y segundo tercio, o verso valiente que se realza en los tonos más agudos, intervención de guitarra con una variación para pasar al tercio de remate, (cambio o macho), suele ser en la seguiriya o serrana, para finalizar con un cierre de guitarra.lo podemos observar en este vídeo de Rocio Márquez acompañada por Pepe Habichuela.
Igualmente sucede en la guitarra flamenca de concierto, donde la forma, toma la dirección y distribución musical de las diferentes frases musicales, que no dejan de ser una serie de falsetas de mayor o menor duración y en donde la forma las encadena y organiza en una sucesión ordenada, hasta llegar a formar una obra completa equilibrada.
También se puede observar en esta magnifica interpretación del guitarrista Miguel Ochando en la Farruca, donde se puede ver con claridad la frase musical de entrada, y al compás del rasgueo, para pasar a la primera frase melódica de guitarra...donde toma parte la forma musical de la obra.
El baile presenta un numero mayor de elementos, como son, el desplante, la llamada y la escobilla que intervienen directamente en la estructura de este, siendo la forma la que fija y define claramente las lineas básicas en las dos formas que se presenta el baile flamenco, una estructurada y otra, de libre interpretación.
En la primera, la forma se encarga de organizar las diferentes partes y elementos del baile, como la salida, la letra, el silencio, el zapateado o escobilla. y el remate final, situando en ellos los desplantes y llamadas, organizando y distribuyendo el conjunto de la obra, en una completa obra bien definida y estudiada.
En la segunda, la forma apenas tiene presencia definitoria, pues la obra se presenta con libertad absoluta en la interpretación, dejando los elementos que intervienen, como los desplantes, remates y escobillas a la total improvisación de los interpretes.
En esta parte es donde incido y quiero resaltar, como posible germen de cierto peligro en el baile flamenco, que como norma muy generalizada se presenta en las mayorías de los espectáculos de baile. Es cierto que desde hace ya tiempo, podemos remontarnos hacia los años 80 del pasado siglo y quizás más aún, y ver como la bulería se a destacado sobre el resto de los estilos flamencos y, que más demanda suscita, por ser festero y alegre y, por ello mismo, deja mucha libertad de expresión, donde la improvisación prima sobre lo estructurado, Es cierto que esta forma musical contiene gran dificultad atendiendo al compás y al ritmo, pero una vez superado su aprendizaje, su abanico rítmico se acopla a muchas lineas musicales, como pueden ser; la colpla, canciones populares, rancheras, boleros, tangos argentinos, etc...de ello nos ha dejado como legado el gran Chano Lobato.
Pero todas las cosas en su justa medida son buenas, En los últimos años están proliferando grupos y espectáculos donde por norma general se prescinde en su mayor parte de bailes estructurados, para dar preferencia a continuas representaciones donde prima la improvisación y el excesivo abuso de largas demostraciones de zapateados, en ocasiones con piruetas, saltos y desplantes en un afán de demostrar por parte de los bailaores/as el grado de técnica adquirida, dirigido a levantar la expectación y el aplauso facil del público asistente. En muchos de estos cuadros flamencos apenas se puede disfrutar de un baile por solea, seguiriya, o farruca, la mayor parte de la representación trascurre por alegrías, tangos y bulerías de todo tipo. si nos fijamos bien, en muchas ocasiones se pierde la practica de la expresión de la música y el cante, con un abandono de movimientos de brazos y manos.
Si se continua en esta linea, no se tardara en perder el espíritu clásico y estilizado del baile, como ejemplo, El Guito, Antonio Gades, Mario Maya, Cristina Hoyos, Carmen Ledesma, la Chana Merche Esmeralda.etc.. por nombrar algunos.
El baile implica, movimiento, no solo de pies, sino, de cuerpo y brazos, reflejar y transmitir lo que cuenta la voz y la guitarra, implicándose en un completo conjunto de empaste coreográfico pleno de sentimientos con un orden establecido.
Sirva de ejemplo este baile por farruca de Mario Maya.
El baile implica, movimiento, no solo de pies, sino, de cuerpo y brazos, reflejar y transmitir lo que cuenta la voz y la guitarra, implicándose en un completo conjunto de empaste coreográfico pleno de sentimientos con un orden establecido.
Sirva de ejemplo este baile por farruca de Mario Maya.
Esta es mi opinión y mi forma de sentir el flamenco. Considero que el flamenco es parecido a una gran obra musical clásica, mantiene su origen y particularidad a través de los años, un estilo si se le cambia musicalmente deja de ser el mismo. ¿que sería por ejemplo, una solea de Triana, si se la quitara, su música y compás adaptándola a un ritmo de ranchera o bolero?, dejaría de ser un estilo flamenco para convertirse en una canción diferente. por ello, los estilos o palos del flamenco son únicos y no se pueden variar sin dejar de ser lo que son y, aunque se les escuche una y otra vez por el mismo interprete u otros, siempre están al día, con diferentes matices, dependiendo de la interpre tación del autor, pero nunca pasan de moda, son imperecederos.
A sí el baile flamenco debe de cuidarse y procurar que mantenga sus principios básicos, salirse de las normas establecidas, se pasa a concebir otro tipo de manifestación, que bien puede encuadrarse con otra denominación de expresión artística y paralela a el, como puede ser la danza, el ballet, u otro tipo de movimiento bailable,
Esto puede ser uno de los peligros que amenazan al baile flamenco clásico y en definitiva al conjunto del arte flamenco.
Como en otras ocasiones, con el más profundo respeto a otras opiniones, expongo esta reseña.
A sí el baile flamenco debe de cuidarse y procurar que mantenga sus principios básicos, salirse de las normas establecidas, se pasa a concebir otro tipo de manifestación, que bien puede encuadrarse con otra denominación de expresión artística y paralela a el, como puede ser la danza, el ballet, u otro tipo de movimiento bailable,
Esto puede ser uno de los peligros que amenazan al baile flamenco clásico y en definitiva al conjunto del arte flamenco.
Como en otras ocasiones, con el más profundo respeto a otras opiniones, expongo esta reseña.
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