El viernes 11 de enero, a las 22 horas presentaron su recital en la iglesia El Carmelo de la localidad vallisoletana de Tordesillas. Este edificio ha sido preparado y restaurado como nuevo auditorio de esta localidad para celebrar en el futuro diferentes eventos culturales, por lo que se ha programado como inicio una serie de actos, entre los que se ha dado espacio al flamenco en esta noche señalada a tal fin. El ayuntamiento decidió presentar este recital a cargo de estos dos artistas suficientemente reconocidos en el arte flamenco.
A sí lucia el escenario situado en lo que fue el retablo del altar mayor de esta iglesia, que en esta noche flamenca el recinto presento un lleno absoluto de público.
Respecto al uso de estos edificios, (mi opinión particular) es positiva. Que se reparen y se preparen para estas utilizaciones de uso público, de otra manera, cerrados sin darles uso, con el tiempo se deterioran y su reconstrucción futura se eleva con grandes costes sociales, dado su abandono, algo muy común en localidades donde el servicio religioso comienza a escasear llegando a desaparecer, por lo cual en muchas localidades, iglesias y ermitas están prácticamente derruidas sin posibilidad de reconstrucción, de esta forma, antes de su abandono se logra mantener y dar uso social claramente positivo preservando con ello el patrimonio histórico artístico local.
Pedro Heredia Reyes, nace en Granada en 1973 en el seno de una familia gitana dentro de un ambiente claramente flamenco desde muy niño. Con 18 años se traslada a Sevilla, uniéndose años más tarde como profesional a la familia de los Farrucos , formando parte de varios espectáculos flamencos. En 2012 en el festival de Jerez se presenta como cantaor en solitario. Desde entonces su carrera artística se proyecta a nivel internacional, llevando su cante a ciudades importantes como;Londres, Nueva York, Estambul, los Ángeles de California, San Francisco, Paris, Miami, y otras ciudades. En 2013 es galardonado con el segundo premio en el concurso Nacional de Arte Flamenco de Córdoba. En la actualidad alterna su trabajo con las figuras más importantes del flamenco, siendo requerido en Festivales y Peñas.
Pedro el Granaino
Antonio Luque Espejo conocido artisticamente por Antonio Patrocinio Hijo, nace en Córdoba en 1973, hijo del cantaor Antonio de Patrocinio, por lo que vive y conoce el flamenco desde muy pequeño. comienza a tocar la guitarra de la mano del guitarrista Juan Muñoz "el tomate". Desde entonces su carrera ha sido imparable, acompañando al baile y al cante con grandes figuras de este arte, como El Pele, Rafael Ordoñez, el Seneca, Rocio Segura, y otros muchos. Dos años consecutivos es galardonado con el premio a la Taranta en Almería. . En 1999 es reclamado por Luis de la Carrasca con quien emprende unas giras por diferentes paises de Europa y America. Desde estos años es solicitado para intervenir en los grandes festivales flamencos, La Unión en Murcia, Sevilla, Córdoba etc. siendo solicitado por la mayoría de las figuras del flamenco actual, como es el caso que nos ocupa.
Antonio de Patrocinio Hijo
Sin duda alguna en esta noche tordesillana, se presentaron dos de las figuras relevantes del flamenco actual. Cantaor y guitarrista de un corte serio, conocedores de los estilos más clásicos del flamenco, como a sí lo demostraron en este recital, no exentos ambos de su propia personalidad interpretativa y creadora, con muchos matices de su espíritu inquieto y personal. Cualquier buen aficionado conoce perfectamente a estas alturas, la calidad artística de estos dos interpretes flamencos y su implicación a la hora de intervenir y mostrar su arte, como así fue.
Pedro comenzó, con unos cantes de su tierra, como no podía ser menos, media granaina y granaina, con total entrega, rematadas con tres fandangos de corte natural, pero, esto es lo curioso y bonito al mismo tiempo, algo inusual, acompañados por ritmo abandolao con mucho gusto, manteniendo el ritmo, a veces retardándolo para acoplándose perfectamente al cante. muy aplaudidos en este inicio.
Tangos de Granada, algo personales en su interpretación, y tientos de corte clásico que se fueron convirtiendo en algunos momentos algo parecidos a una copla, debido a su particular creación por parte de Pedro, acompañado magistralmente en todo momento por Patrocinio hijo, con su personal forma de toque vertiginoso a veces, con mucha complicidad en sus intervenciones, levantando los aplausos en algunos momentos por parte del público asistente.
Se continuó por solea, algo que últimamente realizan muchos cantaores al entremezclar en este cante, diferentes letras pertenecientes a variantes de soleas, comenzando por Alcalá, Utrera, Triana y Apola. Lo que lleva consigo tener que preparar y escoger con mucho detenimiento las diferentes letras y variaciones, para no caer en la trampa, como ocurre algunas veces, en los cambios de tonalidades. En el flamenco es muy común, sobre todo en estilos, como la solea, las cantiñas y las bulerías de improvisar y unir diferentes letras, por lo que en alguna ocasión se produce un contratiempo, algo que le ocurrió a Pedro en el cambio de solea al pasar a la apolá, subida de tonalidad, donde claramente en el segundo tercio exige disponer al cantaor de unas grandes facultades o registros altos en la voz para poder solventar el cambio tonal, por lo que tubo que ir a octava baja al no poder llegar con su voz a la exigencia requerida, supo resolver, pero desmereció esta parte del cante.
Sin más tropiezos, continuo por Seguiriya, Bulerias y una tanda de fandangos Naturales, para despedirse del público con una Toná.
Un recital de buen flamenco, manteniendo la tradición en los cantes, con aportaciones personales de cada interprete en algunos momentos, mostrando su empaste entre cante y guitarra, a modo de pregunta respuesta, respetándose uno a otro en sus intervenciones, dejándose espacio para el lucimiento de ambas partes, teniendo momentos brillantes en algunas intervenciones ambos artistas, jaleados por el público y aplaudidos en algunas ocasiones durante su intervención.
Dos artistas flamencos que hicieron gala de ello en esta noche de frio invierno en el nuevo auditorio de la localidad de Tordesillas en Valladolid (España).
Despedida de Pedro y Antonio al público
Desde este blog, solo queda desearles que el futuro les traiga trabajo y muchos éxitos en este duro y competitivo oficio como es el Arte Flamenco.
Gracias a todos los visitantes y Feliz año 2019.
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