Llegado el verano, como cada año, el flamenco toma parte predominante en los grandes festivales como en la Unión y lo Ferro en la provincia de Murcia, el festival de la Guitarra en Córdoba, festival flamenco y fado en Badajoz, II Congreso de Baile Flamenco en San Fernando de Cádiz, el Gazpacho Andaluz en Morón de la Frontera, y otros muchos más en diferentes localidades del territorio nacional, principalmente en Andalucía. A los que se suman las Peñas Flamencas, Tablaos y otros diversos eventos en plazas y recintos al aire libre.
En este caso que nos ocupa, la Noche Flamenca del teatro Ramos Carrión de la ciudad de Zamora, dentro de la programación general de este recinto, junto a otros recitales de diferentes variedades del arte general.
En la noche del jueves 11 de julio, a la caída de la tarde en el patio mirador de este teatro, con vistas al río Duero, en un marco de vista panorámica, de gran belleza del valle de esta ciudad, se presentaba un recital a cargo de artistas de esta provincia, entre los que se nombraba según el cartel del programa; al cante Eva Valle, Clemente Valle y Carrasco de Venialbo, acompañados al toque por el guitarrista Antonio Regalado y la violonchelista Raquel Llorente. Al baile y palmas Ana Soto y Aaron Ferreruela. Todo ello con la presencia y degustación de vinos y quesos de la tierra.
El teatro Ramos Carrión, ubicado en la calle de su mismo nombre nº 25 en el mismo centro urbano a poca distancia de la plaza mayor de Zamora, es un edificio modernistas del pasado siglo construido en 1916 por el arquitecto catalán Francesc Ferrioli Carreras. Después del abandono de su uso, se hizo cargo de la reconstrucción la Diputación de Zamora para dedicarlo a un espacio multidisciplinar dentro de las actividades en las artes escénicas, adaptado con nuevas tecnologías de sonido y iluminación.
Teatro Ramos Carrión de Zamora
Aspecto del patio trasero mirador del teatro, orientado al sur, con vistas al valle del río Duero. momentos antes del inicio del recital flamenco, con la mesa de presentación de los productos de la tierra.
En una noche veraniega, ideal en temperatura, comenzó el recital con la presencia del cantaor Clemente Valle, quien después de unas palabras de agradecimiento a la organización y al público asistente en un aforo completo, inicio su turno cantando por malagueñas rematadas por rondeñas. Este cantaor, es sobradamente conocido por la afición local, a quien se le respeta y se le reconoce por su buen hacer y conocimientos del cante, sobresaliendo entre otros, en la solea de Triana. Cantaor respetuoso, tradicional, gusta interpretar estilos clásicos como la Farruca, que en esta noche flamenca ofreció acompañado de la guitarra de Antonio Regalado y la excelente colaboración de la viola de Raquel Llorente, embelleciendo sobremanera este estilo flamenco, ya que se acopla perfectamente en las intervenciones como preludio musical o en las diferentes partes musicales que interviene. Muy aplaudidos por los asistentes. En esta breve muestra se puede ver la interpretación de la Farruca, por los tres artistas.
por Farruca
Uno de los momentos interesantes de esta noche, se produjo cuando los tres cantaores subieron al escenario para cantar una serie de fragmentos por Tonás ( estilos que se cantan sin acompañamiento de instrumentos, fuente de los orígenes de los estilos flamencos).
En una noche propicia para escuchar flamenco, a pesar del continuo movimiento y murmullo por parte de algunos asistentes, debido a la cercanía de las mesas de venta de productos, fue transcurriendo el tiempo con la intervención alternada de los artistas.
Soleas, tangos, alegrías, copla por bulerias, bulerías, nanas, y fandangos fueron algunos de los estilos que se fueron desgranando a lo largo de la noche, en un ambiente de buen flamenco, de los que hacen afición.
La bailaora Ana Soto intervino bailando solea y alegrías, dejando ver su conocimiento en esta disciplina. su baile es serio, sintiendo el cante y la guitarra para mostrar su sentimiento, sin buscar el aplauso fácil con desplantes inapropiados, respetando los espacios del cante y la guitarra, para llegar en su momento de emplear justos y precisos zapateados. Seria y justa en la solea. Airosa en las alegrías, donde dejo claro sus conocimientos en las escobillas empleando la técnica con ambos pies.
Carrasco de Venialbo, un joven cantaor con dotes suficientes para ejercer el cante flamenco, posee una gran voz, clara con amplios registros, con mucha responsabilidad en el escenario, dando desde el primer momento todo lo que es capaz, por lo que logra trasmitir su arte al oyente; como se puede ver en esta nana.
Por la parte de la cantaora Eva Valle, en esta noche flamenca, se puede destacar los tangos de Triana, al estilo del Titi. Muy aplaudidos y jaleados por el público.
Bulerias y fandangos a cargo de los tres cantaores fue el cierre del recital, en esta noche flamenca del teatro Ramos Carrión, en donde la afición disfruto de buen flamenco, acompañado por el vino y el queso, productos de las tierras zamoranas. Disfrutando al mismo tiempo de un entorno espectacular, muy apropiado al recital.
En una noche veraniega, ideal en temperatura, comenzó el recital con la presencia del cantaor Clemente Valle, quien después de unas palabras de agradecimiento a la organización y al público asistente en un aforo completo, inicio su turno cantando por malagueñas rematadas por rondeñas. Este cantaor, es sobradamente conocido por la afición local, a quien se le respeta y se le reconoce por su buen hacer y conocimientos del cante, sobresaliendo entre otros, en la solea de Triana. Cantaor respetuoso, tradicional, gusta interpretar estilos clásicos como la Farruca, que en esta noche flamenca ofreció acompañado de la guitarra de Antonio Regalado y la excelente colaboración de la viola de Raquel Llorente, embelleciendo sobremanera este estilo flamenco, ya que se acopla perfectamente en las intervenciones como preludio musical o en las diferentes partes musicales que interviene. Muy aplaudidos por los asistentes. En esta breve muestra se puede ver la interpretación de la Farruca, por los tres artistas.
Uno de los momentos interesantes de esta noche, se produjo cuando los tres cantaores subieron al escenario para cantar una serie de fragmentos por Tonás ( estilos que se cantan sin acompañamiento de instrumentos, fuente de los orígenes de los estilos flamencos).
En una noche propicia para escuchar flamenco, a pesar del continuo movimiento y murmullo por parte de algunos asistentes, debido a la cercanía de las mesas de venta de productos, fue transcurriendo el tiempo con la intervención alternada de los artistas.
Soleas, tangos, alegrías, copla por bulerias, bulerías, nanas, y fandangos fueron algunos de los estilos que se fueron desgranando a lo largo de la noche, en un ambiente de buen flamenco, de los que hacen afición.
La bailaora Ana Soto intervino bailando solea y alegrías, dejando ver su conocimiento en esta disciplina. su baile es serio, sintiendo el cante y la guitarra para mostrar su sentimiento, sin buscar el aplauso fácil con desplantes inapropiados, respetando los espacios del cante y la guitarra, para llegar en su momento de emplear justos y precisos zapateados. Seria y justa en la solea. Airosa en las alegrías, donde dejo claro sus conocimientos en las escobillas empleando la técnica con ambos pies.
Carrasco de Venialbo, un joven cantaor con dotes suficientes para ejercer el cante flamenco, posee una gran voz, clara con amplios registros, con mucha responsabilidad en el escenario, dando desde el primer momento todo lo que es capaz, por lo que logra trasmitir su arte al oyente; como se puede ver en esta nana.
imágenes, instantes antes del inicio del recital.
Una vez mas, aficionados de Zamora y Valladolid, disfrutamos del buen hacer de estos artistas, conocidos por ambas aficiones, esperando verles en más ocasiones en un futuro próximo, deseándoles todos los éxitos que merecen, por su trabajo, difusión y mantenimiento del flamenco en estas tierras de Castilla.
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