El pasado día 19 de noviembre se presentaban los hermanos Solea y KiKi Morente con un recital en el teatro Carrión de Valladolid, donde pretendieron levantar expectación popular debido a lo que en si, conlleva el apellido de ambos, dado que pertenecen a una saga familiar de primera linea flamenca granaina abierta por su padre Enrique Morente, continuada por su hermana respectiva Estrella Morente. También en este recital intervino al cajón el hijo,primo por lo tanto de Solea y Kiki Morente para completar la saga familiar.
El atractivo cartel al final no cumplió las expectativas deseadas de asistencia pública, como viene siendo habitual en los recitales flamencos que se van presentando en esta ciudad en los diferentes espacios, salas, teatros etc, salvo algunos que se salvan de ello cuando son máximas figuras populares, lo que no deja de ser triste.
En esta ocasión el evento se presentaba según el cartel de la empresa productora "Pandora".
Definiendo de esta manera el recital de los hermanos Morente.
" El apellido Morente, es la tradición d nuestra música popular, sinónimo de raíces, vanguardia valentía y leyenda. Los hijos del gran Enrique Morente, Soleá y Kiki Morente siguen la tradición artística de la familia investigando tanto en las raíces como estudiando expansiones musicales sin límites. En esta ocasión, la ciudad de Valladolid tendrá el privilegio de ver por primera vez en directo juntos a los hermanos exponiendo el espectáculo "Dos corazones a un Tiempo". Se trata de un trabajo en el que los dos hermanos realizan un recorrido por las raíces del flamenco y los nuevos sonidos del rock. Dos corazones a un tiempo, es un proyecto en el que los hermanos inician un paseo por el concepto de la "tradición- traducción". Un espectáculo en el que mientras Kiki Morente inicia un recorrido por los cantes antiguos tradicionales del flamenco acompañado de la guitarra flamenca de Daniel Jimenez donde se irán incorporando músicos como el bailaor y percusionista Pedro Gabarre, Soleá Morente ofrece un repertorio basado en su primer disco " Tendrá que haber un camino". Un viaje en el que partiendo de la raíz del flamenco y la canción clásica se decide a explorar nuevas texturas y sonidos como puede ser el rock o incluso la lectrónica. Tanto Soleá como Kiki se unirán fundiendo su propios universos en uno solo que es la música y la libertad"
A sí consta la sinopsis, en el cartel literalmente.
Personalmente con todos mis respetos, no aprecie ninguna aparición de música rock, salvo un piano eléctrico que sirvió para acompañar en algunos momentos las canciones de Soleá y un pack electrónico o modulo de percusión, que intervino en algunas canciones como guía de batería electrónica en el compás de algunos cantes, como fueron unos tangos.
El recital comenzó con la aparición en escena de Kiki cantando una tona de corte muy particular, en la que intervinieron los palmeros en la parte final del tema en una demostración rítmica de compás con palmas. Kiki, hizo gala de una voz clara y a la vez melódica con evidencia de los semitonos en algunas partes melódicas con influencias del estilo de su padre, siendo este el denominador común en los siguientes estilos que interpreto, como fue la Caña y la seguiriya, estilos en los que imprime su particular forma interpretativa, que se aleja por momentos del clasicismo.
Para ello nada mejor que escuchar algunos de sus temas, Como esta Caña al más puro estilo morentiano.
Después de estos tres temas, dio paso a su hermana Soleá que presento algunas de las canciones ,si no todas de su disco, acompañada en principio por su pianista. Poco después requirió la presencia de su hermano, mientras tanto, canto un fandango a capella, ante la tardanza y el despiste del requerido. en esta parte flamenca de Soleá, se notó el largo recorrido que aún falta por pulir y estudiar. Continuó a dúo algunas de las siguientes canciones, entre las que cabe destacar unos tangos flamencos, y una corta solea por parte de Kiki Morente a requerimiento por parte del público, hasta llegar al final del recital, que como suele ser en estos años, se despidieron del público asistente con un pequeño remate por bulerías, de la forma que presenta esta pequeña grabación.
" El apellido Morente, es la tradición d nuestra música popular, sinónimo de raíces, vanguardia valentía y leyenda. Los hijos del gran Enrique Morente, Soleá y Kiki Morente siguen la tradición artística de la familia investigando tanto en las raíces como estudiando expansiones musicales sin límites. En esta ocasión, la ciudad de Valladolid tendrá el privilegio de ver por primera vez en directo juntos a los hermanos exponiendo el espectáculo "Dos corazones a un Tiempo". Se trata de un trabajo en el que los dos hermanos realizan un recorrido por las raíces del flamenco y los nuevos sonidos del rock. Dos corazones a un tiempo, es un proyecto en el que los hermanos inician un paseo por el concepto de la "tradición- traducción". Un espectáculo en el que mientras Kiki Morente inicia un recorrido por los cantes antiguos tradicionales del flamenco acompañado de la guitarra flamenca de Daniel Jimenez donde se irán incorporando músicos como el bailaor y percusionista Pedro Gabarre, Soleá Morente ofrece un repertorio basado en su primer disco " Tendrá que haber un camino". Un viaje en el que partiendo de la raíz del flamenco y la canción clásica se decide a explorar nuevas texturas y sonidos como puede ser el rock o incluso la lectrónica. Tanto Soleá como Kiki se unirán fundiendo su propios universos en uno solo que es la música y la libertad"
A sí consta la sinopsis, en el cartel literalmente.
Personalmente con todos mis respetos, no aprecie ninguna aparición de música rock, salvo un piano eléctrico que sirvió para acompañar en algunos momentos las canciones de Soleá y un pack electrónico o modulo de percusión, que intervino en algunas canciones como guía de batería electrónica en el compás de algunos cantes, como fueron unos tangos.
El recital comenzó con la aparición en escena de Kiki cantando una tona de corte muy particular, en la que intervinieron los palmeros en la parte final del tema en una demostración rítmica de compás con palmas. Kiki, hizo gala de una voz clara y a la vez melódica con evidencia de los semitonos en algunas partes melódicas con influencias del estilo de su padre, siendo este el denominador común en los siguientes estilos que interpreto, como fue la Caña y la seguiriya, estilos en los que imprime su particular forma interpretativa, que se aleja por momentos del clasicismo.
Para ello nada mejor que escuchar algunos de sus temas, Como esta Caña al más puro estilo morentiano.
Después de estos tres temas, dio paso a su hermana Soleá que presento algunas de las canciones ,si no todas de su disco, acompañada en principio por su pianista. Poco después requirió la presencia de su hermano, mientras tanto, canto un fandango a capella, ante la tardanza y el despiste del requerido. en esta parte flamenca de Soleá, se notó el largo recorrido que aún falta por pulir y estudiar. Continuó a dúo algunas de las siguientes canciones, entre las que cabe destacar unos tangos flamencos, y una corta solea por parte de Kiki Morente a requerimiento por parte del público, hasta llegar al final del recital, que como suele ser en estos años, se despidieron del público asistente con un pequeño remate por bulerías, de la forma que presenta esta pequeña grabación.
Con esta reseña, finalizo este año 2017, en el cual el flamenco a pesar de los inciertos resultados en los recitales que a lo largo de el se han presentado en la provincia de Valladolid, aún la esperanza continua presente para seguir de una manera u otra disfrutando de este arte.
A todas aquellas personas y aficionados al flamenco, que visitáis este Bolgs. desde este pequeño y humilde rincón del flamenco, mis más cordiales felicitaciones y deseos para este nuevo año que iniciamos 2018.
Muy acertada tu opinión.
ResponderEliminarAlejandro Sánchez