- Por tercera vez, después de varios aplazamientos, debido a la pandemia que estamos sufriendo. por fin, se pudo representar el recital que el bailaor Pedro Fernández Embrujo, con su grupo de artistas flamencos compuestos por; el guitarrista Victor Muñiz, la cantaora y actriz, Paz de Manuel, y las bailaoras Natalia Velázquez y Irene Hernández presentaron el sábado 30 de Enero en el teatro Cervantes de Valladolid. Esta fue la segunda puesta en escena del mismo proyecto de hace un año. Repetir lo mismo, además de la pandemia no era muy propicio dado los tiempos que corren, pero hubo sorpresa, desde luego que si.
Con un cuadro de artistas completamente renovado, con ganas, ilusión y fe en su trabajo, se pudo observar como un proyecto puede llegar a buen fin, a pesar de todas las contrariedades del momento.
Antes de describir el desarrollo del evento, quiero resaltar lo que se esconde entre bastidores horas antes del comienzo y lo que el público por norma general desconoce.
Después de varias horas de viaje, y sin apenas descanso y tiempo para retomar fuerzas, ya que el adelanto del horario impuesto por las circunstancias especiales, es menester preparar el sonido y ver las situaciones escénicas propuestas para el buen desarrollo del espectáculo, continuando con un ensayo en donde se repasa todo el recital y se repiten varias veces aquellos puntos que surgen o ofrecen dudas, con el objetivo de ultimar y perfeccionar todos los detalles para no dejar nada al aire.
Tener el privilegio de ver ensayar a estos, u otros artistas en los escenarios es especial, porque permite ir conociendo el grado de preparación y las cualidades que tienen cada uno de ellos. En esta ocasión observar como ellos mismos disfrutan con alegría y desenfado cada momento, repitiendo a veces algunas partes, y verles jalearse entre bromas y risas, no deja de ser un lujo especial. y así, hasta pocos minutos antes de la presentación. No les importa las horas de ensayo, lo importante es prepararse para perfeccionar cada momento. Con ello, siempre pienso que cuando el artista disfruta de su arte, siempre lo transmite y hace disfrutar al público, y esto fue lo que ocurrió en esta tarde del sábado 30 de enero 2021 en el teatro Cervantes de Valladolid.
Y apareció Lorca, sin duda alguna, la representación del recital, con algunos momentos teatralizados, como la apertura de la obra, con la guitarra de Victor Muñiz, como preludio y algunos breves díálogos entre los artistas y poemas de Federico a lo largo del recital adaptados a los estilos flamenco fueron el punto principal de la misma.
La alternancia entre los tres bailaores/as en los diferentes estilos bailables, dieron como resultado una gran variedad de buenos momentos y fluidez al espectáculo, que aunque dentro de un marco de seriedad y clasicismo, brillo la alegría y la conexión entre el artista y público, que correspondió con sendos aplausos en las diferentes intervenciones de los artistas.
El bailaor Pedro Fernández, una vez más, dejo patente su buen hacer y técnicas del baile, además de la buena dirección y gusto en la coreografía del espectáculo, mostrando como elemento el capote torero en las figuras del movimiento al baile para realzar este y la figura del bailaor, así como las castañuelas como elemento de percusión y ritmo.
Algo de agradecer a este bailaor, fue el tiempo y el espacio que dejo para su intervención a la cantaora Paz de Manuel quien tubo sus momentos de protagonismo, como también a cada una de las bailaoras Natalia y Irene que pudieron mostrar al publico sus conocimientos como artistas y bailaoras, interpretando en solitario guajiras, y cantiñas, además de bailar en pareja unas sevillanas con mucha gracia y compostura.
La cantaora cordobesa Paz de Manuel, realizo un trabajo destacable como cantaora, pose una voz expléndida clara y limpia a la vez dotada con "pellizco", demostró en todo momento conocer el cante y compás como cantaora "Pa´tras"( denominación que se aplica en el argot flamenco a los cantaores/as cuando están en un segundo plano, siendo los protagonistas los bailaores/as).
En estos espectáculos se debe de citar y destacar la labor del guitarrista, Victor Muñiz, por su trabajo constante y sin tregua, de el dependió como suele ocurrir la dirección musical del recital, ya que sobre el recayó la responsabilidad del mantenimiento y buen desarrollo del compás de todos lo estilos musicales, además de sus dos buenas intervenciones solistas, para dar espacio y tiempo a los bailaores para entrar entre bastidores, cambiarse y volver a la parte correspondiente del espectáculo. mientras tanto el público disfruta breves momentos de una interpretación solista de guitarra, por lo tanto en esta ocasión y solo su trabajo frente a casi dos horas de espectáculo sin descanso, es digno de respetar y aplaudir. De esta forma fue transcurriendo el tiempo que siempre parece poco, dado en esta ocasión a que el espectáculo hace que los sentidos se llenen de emociones y el tiempo pase sin apenas ser percibido.
Solo queda felicitar a Pedro Fernández y a su grupo por su profesionalidad y el arte que dejaron patente por un trabajo bien realizado y el éxito obtenido, dado que el publico asistente, a pesar de la pandemia y las limitaciones de localidades apoyo con su presencia y ovaciones, premiando con largos aplausos en pie para despedir a los artistas, quienes supieron transmitir y conectar haciendo intervenir al publico en una de sus interpretaciones.
Como resumen, se puede resaltar, la buena actitud de los artistas, sus conocimientos y preparación, clara muestra de su profesionalidad, lo que hace que un espectáculo pueda brillar y ser recordado por una afición que estará presente, con seguridad en la próxima presencia en esta ciudad, para que podamos seguir disfrutando del arte flamenco.
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