El pasado sábado día 5 de Septiembre, se celebro, como en otros años la XXXVII Muestra Flamenca, en el Auditorio de Medina del Campo (Valladolid), patrocinada por el Ayuntamiento y organizada por la Tertu lia Flamenca Medinénse, que cumple cincuenta años de andadura, demostrando su buen hacer como aficio nados al flamenco y la divulgación del mismo, que es lo verdaderamente importante.
La responsabilidad del evento recae en Faustino de Dueñas, aficionado y buen guitarrista, sobradamente reconocido por las aficiones medinense y vallisoletana, teniendo que felicitarle por la buena elección en el elenco de artistas que este año nos ha presentado a la afición y público general, que lleno el auditorio con su presencia.
Esta edición nos ha deparado el flamenco representativo extremeño, más concreto de Badajoz, con artistas como Esther Merino y Manuel Pajares al cante, Juan M. Moreno y Joaquín Muñino al toque, acompañados de la percusión de José "El Negri".
Esther Merino Pilo, cantaora flamenca, nacida en Gévora (Badajoz) en 1.984, comenzó a cantar desde muy joven, con tan solo diez y siete años, se presenta en los escenarios y desde entonces inicia una carrera plaga da de éxitos, cuenta en su haber con numerosos premios en los más importantes concursos flamencos, sería una larga lista para enumerarlos aquí, entre ellos destaco, el Primer Premio por Seguiriyas en el Festival Internacional del Cante de las Minas en 2.009.
Después de una pequeña introducción por Tangos, bailados por Eva Soto, como principio de la velada, en la que intervinieron todos los componentes del grupo, continuo Esther su turno de cante, comenzando por una malagueña, rematada con un expléndido cante por verdial, solea, y seguiriya, que realizo al más estilo tradicional, respetando y mostrando su ortodoxia flamenca, con temple y tercios cantados magistralmente, para finalizarla con un macho, acompañada en todo momento por la guitarra de Juan M. Moreno, demostrando su buena técnica en el toque de acompañamiento, con proliferación de arpégios y trémolos sobre las diferentes falsetas de relleno al cante. Esther Merino pose una voz clara, rica en matices, brillante, con una gran técnica en las melismas, no exenta de pellizco, manteniendo una linea clásica en todos sus cantes, lo que el público supo apreciar en toda su actuación con jaleos y ovaciones constantes, en agradecimiento a su buen arte.
El Espectáculo continuo con la aparición en escena de Eva Soto con un baile por Alegrías, cantadas magistralmente por Manuel Pajares, el cual a lo largo de la actuación intervino en el espectáculo con cantes por tangos extremeños en los que introdujo un fandango, citado por Eva al centro del escenario, mostrando ambos su buena profesionalidad y aptitudes artísticas, correspondidos por sendos aplausos y oles por parte del público asistente.
Eva Soto, nace en Badajoz en 1.974, discípula del maestro de baile Jesús de Badajoz.En la actualidad es profesora de baile en la Asociación de Arte Flamenco de Badajoz, alterna esta disciplina con el trabajo de auxiliar de enfermería. Su baile es locuaz, alegre, expresivo en las formas y desplantes, domina el compás y las técnicas del baile, mostrando al público su carácter alegre y dinámico pletórico de formas evolutivas en concordancia con la expresión musical.
Esther, retomo las riendas con unas bulerías que nos hizo recordar una introducción al más puro estilo del " Ali-ali y anda " de la Paquera de Jerez, en esta parte de la actuación se completa con la intervención de las guitarras de Juan M. Moreno y Joaquin Muñino, y la percusión de José "El Negri",que dieron una clase magistral de acompaña miento por bulerias, con las palmas y el compás en todo momento de Manuel Pajares, que hizo gala de una voz flamenca templa da y sobrada técnica en los cantes por tangos y bulerias. Después de una gran ovación por parte del público totalmente entregado y respetuoso con los artistas, estos se despidieron como no era menos de esperar, con un fin de fiesta al estilo que mejor desarrollan en su tierra natal, Tangos de Extremadura, en un final pleno de flamencura y profesión flamenca. Velada completa en Medina del Campo, donde el flamenco tiene un lugar y un tiempo entre la buena afición de esta localidad castellana. Esperemos que sea duradera, para bien de este Arte. Finalizado el concierto, pasada la media noche y, como Medina se encuentra en plenas fiestas de San Antolín, sus calles rebosantes de público y de actividades lúdicas ofrecían entre estas, otro aspecto del flamenco, en el cual cabe destacar la actuación del grupo Arte y Compás, que llenaron de público el espacio en una encrucijada de calles, donde las rumbas y estilos aflamencados sonaron para alegrar la noche.
El Espectáculo continuo con la aparición en escena de Eva Soto con un baile por Alegrías, cantadas magistralmente por Manuel Pajares, el cual a lo largo de la actuación intervino en el espectáculo con cantes por tangos extremeños en los que introdujo un fandango, citado por Eva al centro del escenario, mostrando ambos su buena profesionalidad y aptitudes artísticas, correspondidos por sendos aplausos y oles por parte del público asistente.
Eva Soto, nace en Badajoz en 1.974, discípula del maestro de baile Jesús de Badajoz.En la actualidad es profesora de baile en la Asociación de Arte Flamenco de Badajoz, alterna esta disciplina con el trabajo de auxiliar de enfermería. Su baile es locuaz, alegre, expresivo en las formas y desplantes, domina el compás y las técnicas del baile, mostrando al público su carácter alegre y dinámico pletórico de formas evolutivas en concordancia con la expresión musical.


Esther, retomo las riendas con unas bulerías que nos hizo recordar una introducción al más puro estilo del " Ali-ali y anda " de la Paquera de Jerez, en esta parte de la actuación se completa con la intervención de las guitarras de Juan M. Moreno y Joaquin Muñino, y la percusión de José "El Negri",que dieron una clase magistral de acompaña miento por bulerias, con las palmas y el compás en todo momento de Manuel Pajares, que hizo gala de una voz flamenca templa da y sobrada técnica en los cantes por tangos y bulerias. Después de una gran ovación por parte del público totalmente entregado y respetuoso con los artistas, estos se despidieron como no era menos de esperar, con un fin de fiesta al estilo que mejor desarrollan en su tierra natal, Tangos de Extremadura, en un final pleno de flamencura y profesión flamenca. Velada completa en Medina del Campo, donde el flamenco tiene un lugar y un tiempo entre la buena afición de esta localidad castellana. Esperemos que sea duradera, para bien de este Arte. Finalizado el concierto, pasada la media noche y, como Medina se encuentra en plenas fiestas de San Antolín, sus calles rebosantes de público y de actividades lúdicas ofrecían entre estas, otro aspecto del flamenco, en el cual cabe destacar la actuación del grupo Arte y Compás, que llenaron de público el espacio en una encrucijada de calles, donde las rumbas y estilos aflamencados sonaron para alegrar la noche.
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