La Jabera es un estilo flamenco encuadrado dentro del grupo de los fandangos, y a su vez pertene ciente, a los estilos malagueños abandolaos. Estilo este, a tribuido al barrio de la Trinidad de Málaga, cantado y popularizado por dos hermanas vendedoras de habas secas, que se instalaban en una bocacalle a la calle Mármoles, lugar para abastecer de este producto como comida ideal para caballerias.
Vendedoras de habas
La flamencología, ha tratado de situar por norma general, a los estilos flamencos dentro de un marco geográfico, para denominar y asignar los estilos flamencos, como por ejemplo, fandangos de Huelva, solea de Cádiz, bulerías de Jerez, solea de Triana, etc.. otros más concretos, se les ha denominado con el nombre de su propio creador; Malagueña de la Trini, fandango del Carbonerillo, etc.. dando como resultado final una gran variedad de estilos enmarcados unos y otros dentro de un grupo principal, como la Seguiriya y sus derivados; la Solea, los Tangos, los estilos de ida y vuelta, y los fandangos, grupo que nos ocupa en esta reseña.¿El porque de ello? ¿y si es correcto o no?.
Antes de aparecer el flamenco, algo que aún, ni su propia palabra se ha encontrado su origen verdadero. En toda la península existía la costumbre de cantar y entonar cantes populares heredados de los antiguos romances, que se cantaban en grupo y que en cada lugar geográfico adquiría su propia personalidad, dependiendo de elementos sociales influyentes en las formas musicales, a los que se denomino Fol-klore, palabra inglesa que definió la música popular española.
En la provincia de Málaga, como en algunas zonas más, esta música popular se desarrollo sobre un compás ternario y una rítmica llamada abandolá, forma de acompañar a los bailes y cantares muy seguida y monótona, de continuos rasgueos enlazados y rápidos, común en los montes y zonas de los verdiales malagueños, denominación a una aceituna que permanece con color verde aún después de su madurez.
Esta es una demostración del ritmo que se ejecuta en estilos abandolaos, como los verdiales de Málaga, Granada. también en otras localidades como Lucena (Córdoba), Murcia, la Mancha, sur de la sierra de Avila. y en algunas jotas fandangos de Castilla.
La tradicional forma de interpretar estos cantares populares se extendió por toda la península y este ritmo tomo su propia personalidad en las zonas ya reseñadas, interpretándose primeramente por grupos a los que se llamo pandas, muy extendidas y populares el toda la provincia de Málaga, llegando a formar su propia identidad y fiesta local de los Verdiales en la mayoría de las localidades de la provincia malagueña. Estas pandas están formadas por varios músicos; de forma general un violinista, una bandurria, un guitarrista o dos, pandero y platillos. Así lo muestra esta grabación de una panda de la localidad de Comares (Málaga).
De la misma forma que esta música se desarrolla en las zonas rurales, también en Málaga y su costa emergen otros estilos con sus propias características. En los puertos, y zonas pesqueras, se practican cantes mientras se desarrollan las labores propias de la pesca, a estos cantes se les llaman Jabegotes y en Málaga capital en el barrio de la Trinidad se popularizan las Jaberas, estilo que nos ocupa esta reseña.
Su origen, como es muy habitual en la gran mayoría de los estilos flamencos, se desconoce o al menos existen variadas opiniones, debido a que el flamenco se ha ido transmitiendo vía oral de generación en generación, por lo que su nacimiento y origen sigue siendo una incógnita, siendo este el motivo principal por el cual la flamencología asigna a muchos de los estilos la denominación a localidades, por la falta de testimonios escritos feacientes.
Como en la mayoría de los estilos, la jabera demuestra que los estilos flamencos son de origen personal y pertenecen con casi toda seguridad a sus propios creadores.
Los estilos verdiales, pueden ser una de las manifestaciones mas arcaicas del folclore andaluz, de ellos nacen y derivan las antiguas malagueñas, cantadas y popularizadas entre otros, por Juan Breva, pero aún, la jabera se la considera antecesora de la malagueña.
Este estilo, nace de la necesidad propia de destacar de un grupo, por parte de su creador, muchos de los cantaores y cantaoras en el afán de demostrar sus cualidades y, ante la necesidad de ganar un dinero y fama popular, se alejan del origen folclórico, recogiendo el compás y ralentizando este, haciéndole más pausado para poder lucir su voz, y en ocasiones prescindiendo del ritmo, hasta llegar a crear su propio estilo, dando lugar con ello a la creación de una nueva forma de cante.
De esta forma, las hermanas vendedoras de habas partiendo de un pregón, forma muy antigua de mostrar al público los productos en venta, acoplando el compás y ritmo abandolao, popularizan esta nueva forma cantable flamenca, para pregonar la mercancía que vendían, en este caso concreto Habas. La fonética andaluza al pronunciar la H de forma aspirada, sustituye por la J, dando lugar al nombre definitivo de este estilo, jaba, de sus vendedora, Jabera.
Veamos una jabera popular.
La jabera como estilo local malagueño dentro del grupo de los fandangos, mantiene en su letra el origen del pregón, siendo su estructura musical igual a la de los fandangos abandolaos, compás ternario. Su tonalidad transcurre en el modal andaluz (toque por arriba) Mi mayor, para cambiar al cantable (letras) al modo relativo mayor de Do. Este estilo en la actualidad es poco desarrollado por los artistas profesionales. Siendo un cante sobrio, que en determinados momentos de los tercios (versos) se complican los melos alargando la nota musical para crear muchas y largas melismas, para en otros tercios cortar de forma seca la nota musical. Esto se puede observar en esta grabación, donde se puede ver a María Navarro interpretando la Jabera.
La jabera dada sus características, es un estilo que ofrece mucha dificultad para su buena ejecución. los arcos melódicos de graves a los agudos implican al cantaor disponer de buenas cualidades físicas y dominio absoluto de la técnica, por ello a pesar de su origen, es uno de los estilos que ofrecen mayor dificultad.
El maestro Fosforito, en esta grabación magistral, determina su implicación a la hora de interpretar la Jabera. El guitarrista debe de conocer este cante y ir adaptándose a las exigencias del cantaor muy pendiente de las inflexiones de la voz.
Gracias a estas grabaciones, y pocas más, podemos en la actualidad disfrutar de este fandango Malagueño, único en su genero.
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