Un año más la localidad de Toro (Zamora) volvió a apostar por el buen flamenco y por la afición flamenca de estas tierras zamoranas.
Desde este medio, de comunicación antes de proseguir, debo felicitar a la organización y a las personas responsables que hicieron posible este recital, por apostar, ayudar, mantener y difundir este arte. A la afición que hizo su presencia y a los artistas que supieron aguantar esta noche desapacible y fría del sábado 29 de agosto, consiguiendo un recital de buen flamenco en contra de los elementos, en un marco incomparable como es la plaza de toros de la localidad toresana, una de las más antiguas de España y desde luego, única he irrepetible, de una belleza digna de ser mencionada, como se puede apreciar en estas imágenes.
antigua plaza de toros
En este magnifico espacio, intervinieron los artistas por orden de aparición; cantaores, Anabel Valencia, Antonio Reyes, acompañados ambos a la guitarra por Antonio Carrión, y los palmeros Tate Nuñez y Manuel Vinaza; cerrando el recital el cantaor David Palomar, acompañado por el guitarrista Rafael Rodríguez con los palmeros Tate Montoya y David Gavira, como así lo indicaba el cartel publicitario.
Con todas las medidas de seguridad, establecidas por el gobierno, debido a la pandemia que sufrimos por el Covib 19, respetando todas ellas por el publico asistente, que a pesar de las condiciones de aire y frío, el recinto presento una casi totalidad de asistencia, como era de esperar por esta afición zamorana y alguna presencia de buenos aficionados de Salamanca y Valladolid.
El recital comenzó con la intervención del guitarrista Antonio Carrión, ofreciendo una granaina de concierto, con un amplio despliegue de falsetas melódicas donde primo la fuerza y la expresividad de un toque contundente, y serio, dejando entrever la escuela de Melchor de Marchena, recorrido amplio con fragmentos melódicos de otras obras musicales intercalados entra falsetas propias de la granaina, apareciendo, bellos trémolos y arpegios que embellecieron la melodía propia de este estilo, evidenciando el buen arte de este guitarrista muy apreciado y querido por la afición de estas tierras.
La sonanta del maestro Antonio Carrión sonó espléndida y sentenciosa en esta fría noche, consiguiendo levantar el ánimo de los asistentes, que premiaron su buen hacer con una larga ovación.
Así sonó la granaina en la guitarra de este artista.( fragmento grabado con un movil).
Finalizada la intervención del guitarrista Antonio Carrión, se procedió a la presentación de la cantaora lebrijana Anabel Valencia, continuadora de una saga familiar importante de buenos artistas flamencos. Esta joven cantaora se consolido como tal y en primera fila ya , en su reciente aparición el 18 de julio de este año en curso, en el Real Alcazar de Sevilla, donde dejo patente su arte obteniendo un éxito clamuroso.
Quizás con algunos nervios por parte de la cantaora, dio comienzo su actuación, por malagueñas, templando la voz sabiendo acoplar bien la melodía dificil y bella que requiere este estilo, en todo momento, consiguiendo transmitir y enganchar al publico, bien arropada por la guitarra de acompañamiento de Antonio Carrión, empasto la voz con los armónicos de la guitarra ejecutando con sobrada solvencia los tercios melódicos (Versos) logrando dar una gran profundidad a la malagueña del Mellizo. muy aplaudida en esta su primera intervención. Continuo obsequiando al público con unos tangos airosos y flamencos con la intervención ya de los palmeros completando su cuadro, para seguir por Seguiriya, templando la voz, metiéndose y sintiendo el cante, con ayeos y quijios propios de este estilo dramático, proyectando su sentimiento al publico, con el arrope de una guitarra que sonó firme y sentenciosa en las manos de Antonio Carrión, buen acoplamiento de cante y toque, consiguiendo en algunos instantes el jaleo del publico, silencioso y atento en todo el recital, como suele ser la postura y el respeto hacia todos los artistas en este tipo de acontecimientos de arte flamenco.
Momento de inicio de la seguiriya interpretada por Anabel Valencia.
Para finalizar su tiempo en escena, Anabel se despidió para dejar paso y tiempo al resto de sus compañeros, cantando por bulerías en donde se extendió introduciendo partes de cuple y descalza entre copla y copla, ofreció algunos marcajes de airosos pasos de baile típicos en las bulerías festeras.
Esta cantaora dejo con claridad patente, su buen arte y conocimiento de los estilos que interpreto en esta noche, con un recuerdo al clasicismo de los antiguos cantaores, sobresaliendo en la entrega y sentimiento en la interpretación de ellos, por lo que desde el primer instante consigue transmitir y hacerse con el público, por su naturalidad y buen arte, jaleada y aplaudida en los estilos festeros, y despedida con una gran ovación como premio a su flamencura y arte. dejando una buena impresión dado que es poco conocida en estas tierras castellanas.
En esta breve grabación, se puede ver su interpretación por bulerías.
La noche continuó con la intervención del cantaor chiclanero Antonio Reyes, suficientemente conocido y querido por las aficiones flamencas de estas tierras, debido a las continuas apariciones en recitales a lo largo de varios años en diferentes puntos locales de Zamora, Valladolid y sus provincias. Cantaor consagrado y reconocido en el panorama flamenco nacional y internacional, con un amplísimo currículum profesional repleto de premios.
Acompañado también por Antonio Carrión a la guitarra y las palmas de los anteriores artistas, dio comienzo su participación cantando por solea, solemne y lenta con ayeos de largo temple con la voz, alargando el tercio, recreando la melodía y fundiéndose con el acorde de la guitarra, este cantaor no defraudo, como era de esperar. En su interpretación de los cantes, esta presente la improvisación melódica, con inclusión de diferentes letras, por ello el guitarrista tiene que estar muy atento a las inflexiones de la voz, las largas melismas o los cortes bruscos, que dependen del momento, ya que Antonio Reyes sorprende por su capacidad de recreación inspirada en un momento indeterminado, en la búsqueda constante de la novedad dentro de la linea y estructura del estilo.
Fragmento de la solea que presento al publico, como inicio de su participación en el escenario de esta plaza.
Con este artista, creo que sobran las palabras, basta con escucharle para disfrutar de su arte y saber que nos encontramos con uno de los puntales del cante flamenco de la actualidad.
Tientos, Seguiriya, dedicada a los aficionados que se encontraban en el recinto de la peña flamenca "la Siguiriya" de Valladolid. en agradecimiento a su apoyo y presencia. Continuo para finalizar su parte con unas bulerias, y a petición del publico remato con una serie de fandangos naturales. Fue despedido con una larga ovación por parte de todos los asistentes.
Antonio Reyes
Reseño y apunto, que las grabaciones expuestas, son pequeños fragmentos de algunos de los estilos que presentaron los diferentes artistas en esta noche, debido a no disponer de suficiente memoria, ya que están grabadas con un teléfono móvil por lo que las imágenes no son lo suficientes nítidas y estables.
Breve grabación de la primera letra de los tientos flamencos interpretados por Antonio Reyes.Siguió para finalizar el recital, la presencia en escena de David Palomar, acompañado por su grupo.
David Palomar con su guitarrista habitual Rafael Rodriguez "el Cabeza"
David Garcia Palomar, natural de Cádiz, conocido artísticamente como David Palomar, se inicio en su ciudad actuando en academias y tablaos. considerado y respetado por la afición flamenca, es un cantaor con un amplio bagaje profesional, digno representante de los estilos gaditanos,locuaz, y vivaracho con la gracia gaditana en su arte, con su estilo muy personal, emulando a veces al gran Chano Lobato, su cante y forma de entenderlo y demostrarlo es electrizante, rapido en los estilos festeros, con continuos movimientos del cuerpo y brazos sintiendo el compás y el ritmo. Su aparición en la escena es arrolladora desde el primer instante, consiguiendo enganchar al público, domina todos los estilos, sobresaliendo en los festeros, como se puede apreciar en esta grabación.
Sobresalientes, los palmeros Tate Montoya y David Gavira empastando y llevando los ritmos que marcaba excelentemente con la guitarra, como director musical Rafael Rodriguez, con un toque personalisimo, introduciendo, sonidos y ritmos a contratiempo, con percusiones de los bajos y la caja armónica de su guitarra, como elementos de percusión, todo un lujo de detalles de su cosecha particular y forma especial en el toque de la guitarra flamenca. Lastima que el tiempo fue determinante para esta parte ultima del recital, teniendo que despedirse del publico David Palomar, dejándonos con ganas de haber disfrutado más tiempo, a pesar del frío de la noche.Después de cantar por tientos complaciendo la petición de unos asistentes, y ya con el tiempo al limite del cierre, David se despidió como norma ya habitual en los cantaores con un poutpurri por bulerías, con gracia y estilo, derrochando arte con algunas "pataitas" y graciosas posturas propias de este estilo.
Fue despedido con una gran ovación, en la que el publico puesto en pie le jaleo agradeciendo su intervención.
De esta forma, en una noche de verano, pero típica otoñal, aguantando el frío y el aire, la hermosa plaza de toros de la localidad toresana fue testigo de un recital de altura, serio, con grandes artistas del flamenco, con quienes pudimos disfrutar de su buen arte, que seguro será recordado por todos los aficionados asistentes.
Desde este medio, solo queda felicitar a los artistas que intervinieron y a la organización. al Ayuntamiento de Toro, por seguir apostando y mantener vivo el arte flamenco hacia una afición que como en todas las ocasiones, responde a la llamada de los artistas presentados.
Saludos cordiales a todos los visitantes a este blog.
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