El Tablao Zambra de Madrid, propiedad de D. Fernán A. Casares, abrió sus puertas al flamenco en 1.954, llegando a ser uno de los más importantes tablaos de Madrid a mediados del siglo pasado (XX), hasta su cierre en 1.975. Por este tablao pasaron la mayoría de los artistas flamenco de la época, siendo Perico del Lunar(Padre) el guitarrista oficial de acompañamiento durante muchos años. La importancia histórica de este local se basó en el respeto por parte del público asistente hacia los artistas, el propio dueño, mandaba callar a los clientes irrespetuosos con constantes "Siseos" lo que le valió el apodo de "El Sifón" por parte de la clientela. En estos primeros años de los tablaos, los cantaores, bailaores y guitarristas, ejercieron un trabajo de recuperación del cante ortodoxo flamenco, que por desgracia no duro muchos años, debido a un publico demandante de estilos festeros, por lo que el repertorio se fue acortando, limitándose en la mayor parte de los tablaos a Soleas, alegrías, tangos y bulerías; cuestión que comento el cantaor Chato de la Isla, sobre la monotonía y pesadez del repertorio, por lo cual, salían muy quemaos al ejercer la misma rutina diaria.
En Zambra, no ocurría esto, ya que, por lo general, la clientela asistía para escuchar y ver buen flamenco siendo el repertorio más extenso, sabedores los artistas del interés y respeto que mostraba el público y la exigencia del propietario por guardar silencio durante las actuaciones. Por estos motivos el tablao Zambra era uno de los locales preferidos por los cantaores, guitarristas y, aficionados al flamenco, en el, se podía disfrutar de un flamenco de calidad, y poder ver a los artistas más destacados de la actualidad, que preferían actuar en este local.
En Valladolid, esta ubicado en el numero 8, de la plaza Fuente Dorada, el Café España, local emblemático de esta ciudad, en el que el arte flamenco ha ocupado un espacio importante durante varios años. En la actualidad,2.015, este café se encuentra cerrado por desacuerdos entre arrendatarios y propietario.
Este café ha sido un lugar de encuentro de tertulias, tratantes de ganado y punto de reunión en la cultura vallisoletana desde principios del siglo XX.
Un espacio que disponía al fondo de la gran sala, de un pequeño escenario para actividades musicales, y que en años pasados fue testigo de actuaciones flamencas, por parte de artistas de reconocido prestigio en este género, como: Jose Menese, Diego Clavel, Jose Merce, Fosforito, Antonio Carrión, etc...
Llegó a tener un público adicto al flamenco, hasta el punto de contar con un número considerable de abonados. Al igual que en Zambra, la afición y el público asistente, a mostrado siempre un gran respeto por los artistas y el flamenco, guardando normalmente silencio y atención, actitud que han manifestado los propios artistas con muestras de agradecimiento hacia el público.
Valladolid, ha contado desde hace tiempo con una gran afición entendida en flamenco, muestra de ello han sido las diversas peñas flamencas que han existido en diferentes épocas, en las cuales han destacado algunos de los aficionados al cante y toque y,que en ocasiones han tenido su pequeño espacio para mostrar sus cualidades artísticas a la afición en el mismo escenario del Café España, fuera de la programación habitual.
Por ello, hago esta pequeña reseña, de similitud en algunos aspectos de ambos locales en los que el arte flamenco se ha mostrado con una intención clara y de rigor, llena de respeto hacia este arte tan grandioso y al tiempo desconocido por parte del gran público, limitándose casi siempre a un número muy reducido de aficionados, que sentimos la falta y la desaparición de estos y otros espacios donde el flamenco se podía sentir con especial atención.
Salón con el escenario de fondo del Café España de la ciudad de Valladolid, lugar de encuentro de artistas y afición flamenca.
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