A si es el cartel del cantaor Luis Moneo presentando su nuevo disco (Mi cante, mi palabra) en la sala Fernando Urdiales del Teatro Zorrilla de Valladolid el viernes 18 de mayo 2018, con la artista local invitada Silvia Verdugo.
Como se viene diciendo, el penúltimo de la saga de una gran familia de flamencos, además de cantaor, también tocaor, que con la guitarra de su hijo Juan Manuel Moneo, lanza este disco en solitario con diez temas, al más estilo tradicional y añejo: Solea x bulerias, Fandangos, Tientos Tangos, Siguiriya, Bulerias, Cantinas, Martinete, Soleá, Malagueña con Abandolao y Fin de Fiesta.
Luis Moneo Lara, natural de Jerez de la Frontera (Cádiz) 1961, hermano de Manuel Moneo y Juan Moneo "el Torta", posee una voz clara y redonda, su línea como no puede ser menos, es clásica y añeja en la interpretación de los estilos, muy propio de Jerez, conocedor de los estilos en profundidad.
Este recital, días antes, había dudas y sombras sobre su realización, debido a que la afición flamenca de esta ciudad daba muestras de falta de asistencia, por la escasez de entradas vendidas, pero felizmente para todos el último día presento una sala al completo.
La sala experimental de este teatro donde presentaba Luis Moneo su disco, tiene algo especial para este tipo de recitales, es pequeña, apenas cien butacas, pero tiene la ventaja de que el espectador esta cerca del artista, y con poco volumen de sonido en la amplificación se percibe con claridad y limpieza todos los matices sonoros, ello da cercanía y proximidad al artista con el espectador, casi, como si fuera un cuarto de cabales.
La noche fue abierta, previa presentación de los artistas por el organizador, con la intervención de la cantaora local Silvia Verdugo, joven que lucha por abrirse camino en este difícil arte como es el flamenco.
Dió comienzo con unas alegrías acompañada por el guitarrista Juan Manuel Moneo, sabiendo imprimir en este estilo la gracia que requiere y el compás justo. Silvia es una cantaora que posee un voz dulce muy equilibrada en los registros medios, bien arropada por la guitarra de acompañamiento de Juan Manuel, justa y precisa limpieza con un sonido excelente, algo que se debe de agradecer al técnico de sonido, que en todo el recital no hubo ningún problema de acoples ni ruidos raros.
Para ver como empezó la noche, nada mejor que esta pequeña grabación, siempre limitada por la dificultad del medio técnico como es el móvil, y la posición de las personas que tenemos delante, pero creo que suficiente para hacerse una idea.
Luis Moneo por Tientos
No recuerdo exactamente el orden, pero creo que continuo, por malagueña al estilo Aurelio Sélles rematada por rondeña, perfectamente ejecutada con gusto y entrega, preparada con una introducción musical de falsetas por su hijo Juan Manuel que estuvo excelente en toda su intervención.
Malagueña
Siguieron cantes como la solea, muy flamenca, acompañada por "medio" al más puro estilo de Jerez, con falsetas profusas en algunos momentos de bellos arpegios, claros y muy ligados. No pudo faltar la Siguiriya, para pasar a interpretar unos Martinetes a "capella ", sin microfonía, sobrado de voz en el recinto.
Siguiriya
Muy aplaudido después de cada intervención, dado que supo ganarse a la audiencia desde el primer minuto, llegando a agradecer el respeto y el silencio, como suele ser habitual en estas tierras, donde la mayoría de los artistas flamencos, suelen decirlo públicamente, extrañados por tanta atención, que en principio y, esto es muy general en los cantaores que recalan por aquí por primera vez, se encuentran un poco tensos, al ver la actitud tan silenciosa de nuestro público, haciéndoles pensar en principio la falta de calidez de este, hasta que comprueban con lo primeros aplausos todo lo contrario.
Finalmente Luis Moneo se despidió del publico, como era de esperar con unas bulerías al más puro corte y estilo de Jerez, dejando en nuestras mentes, el recuerdo de su hermano Juan con su voz, a veces muy parecida (DEP).
Personalmente, fue una noche de buen flamenco de corte clásico, bien interpretado y ejecutado por los artistas, dejando patente su calidad y profesionalidad, sin desmerecer nadie, aunque si, destaco la buena técnica en la guitarra de Juan Manuel, toque clásico, con fuerza, limpieza y brillante, sin abusar en su espacio, pero luciéndose en las falsetas que supo imprimir para embellecer el toque de guitarra.
Una noche de las que hacen afición, que se nos hizo corta, por ello la despedida del público fue con largos aplausos solicitando algún cante más.
Desde este blog, solamente cabe felicitar a los tres artistas por su buen trabajo, deseándoles todos los éxitos posibles y a los promotores del espectáculo que sigan apostando por el flamenco y tengamos más recitales de los que disfrutar.
Este recital, días antes, había dudas y sombras sobre su realización, debido a que la afición flamenca de esta ciudad daba muestras de falta de asistencia, por la escasez de entradas vendidas, pero felizmente para todos el último día presento una sala al completo.
La sala experimental de este teatro donde presentaba Luis Moneo su disco, tiene algo especial para este tipo de recitales, es pequeña, apenas cien butacas, pero tiene la ventaja de que el espectador esta cerca del artista, y con poco volumen de sonido en la amplificación se percibe con claridad y limpieza todos los matices sonoros, ello da cercanía y proximidad al artista con el espectador, casi, como si fuera un cuarto de cabales.
La noche fue abierta, previa presentación de los artistas por el organizador, con la intervención de la cantaora local Silvia Verdugo, joven que lucha por abrirse camino en este difícil arte como es el flamenco.
Dió comienzo con unas alegrías acompañada por el guitarrista Juan Manuel Moneo, sabiendo imprimir en este estilo la gracia que requiere y el compás justo. Silvia es una cantaora que posee un voz dulce muy equilibrada en los registros medios, bien arropada por la guitarra de acompañamiento de Juan Manuel, justa y precisa limpieza con un sonido excelente, algo que se debe de agradecer al técnico de sonido, que en todo el recital no hubo ningún problema de acoples ni ruidos raros.
Para ver como empezó la noche, nada mejor que esta pequeña grabación, siempre limitada por la dificultad del medio técnico como es el móvil, y la posición de las personas que tenemos delante, pero creo que suficiente para hacerse una idea.
Silvia por Alegrias.
Continuo esta cantaora por solea, guajiras y finalizó con una tanda de fandangos de Huelva, alguno de ellos con matices que nos hicieron recordar a la cantaora Mayte Martín. En esta siguiente grabación se la podrá escuchar y ver cantando por Guajiras.
En esta cantaora se nota perfectamente la progresión que va realizando en la forma de cantar y interpretar los estilos, mejorando a medida que se la va viendo en las sucesivas actuaciones, esto es bueno y al tiempo creo que deseable por la afición y el trabajo que supone a una cantaora en estas tierras, donde las oportunidades son escasas y la dificultad que conlleva poder dedicarse a este arte que exige el máximo de entrega y dedicación. Supo estar a la altura de las circunstancias y de la noche que se avecinaba, teniendo en cuenta el bagaje, la experiencia y la profesionalidad del cantaor que la relevaba, siendo ella misma quien presento a Luis Moneo.
Luis Moneo, conocido suficientemente por la afición flamenca de Valladolid, no tanto como su hermano Juan, que a pasado por esta ciudad varias veces, contando el desaparecido café España y la peña la Siguiriya de esta ciudad, y menos aún en la faceta de cantaor, pero ya con suficientes referencias de el, dada la importancia de esta familia flamenca jerezana en el ámbito flamenco.
No defraudo a la afición, como era de suponer, dotado de buenas facultades físicas en cuanto a la voz, redonda y clara en la melodía, exenta de falsetes, templando los tercios, interpretando y peleando los cantes al más estilo ortodoxo flamenco de su tierra; comenzó abriendo su turno con unos tientos, con lentitud,sin prisas dando espacio a la guitarra en perfecta pregunta respuesta, recreándose y dejando lucimiento al guitarrista, que no alargo en excesivo su intervención en las falsetas, justas y claras, con fuerza en la percusión del pulgar, haciendo en ocasiones, chascar el bordón y la 5ª dando profundidad al sonido, con largos rasgueos.
A sí comenzó su intervención; como se puede observar en este vídeo.
No recuerdo exactamente el orden, pero creo que continuo, por malagueña al estilo Aurelio Sélles rematada por rondeña, perfectamente ejecutada con gusto y entrega, preparada con una introducción musical de falsetas por su hijo Juan Manuel que estuvo excelente en toda su intervención.
Malagueña
Siguieron cantes como la solea, muy flamenca, acompañada por "medio" al más puro estilo de Jerez, con falsetas profusas en algunos momentos de bellos arpegios, claros y muy ligados. No pudo faltar la Siguiriya, para pasar a interpretar unos Martinetes a "capella ", sin microfonía, sobrado de voz en el recinto.
Muy aplaudido después de cada intervención, dado que supo ganarse a la audiencia desde el primer minuto, llegando a agradecer el respeto y el silencio, como suele ser habitual en estas tierras, donde la mayoría de los artistas flamencos, suelen decirlo públicamente, extrañados por tanta atención, que en principio y, esto es muy general en los cantaores que recalan por aquí por primera vez, se encuentran un poco tensos, al ver la actitud tan silenciosa de nuestro público, haciéndoles pensar en principio la falta de calidez de este, hasta que comprueban con lo primeros aplausos todo lo contrario.
Finalmente Luis Moneo se despidió del publico, como era de esperar con unas bulerías al más puro corte y estilo de Jerez, dejando en nuestras mentes, el recuerdo de su hermano Juan con su voz, a veces muy parecida (DEP).
Personalmente, fue una noche de buen flamenco de corte clásico, bien interpretado y ejecutado por los artistas, dejando patente su calidad y profesionalidad, sin desmerecer nadie, aunque si, destaco la buena técnica en la guitarra de Juan Manuel, toque clásico, con fuerza, limpieza y brillante, sin abusar en su espacio, pero luciéndose en las falsetas que supo imprimir para embellecer el toque de guitarra.
Una noche de las que hacen afición, que se nos hizo corta, por ello la despedida del público fue con largos aplausos solicitando algún cante más.
Desde este blog, solamente cabe felicitar a los tres artistas por su buen trabajo, deseándoles todos los éxitos posibles y a los promotores del espectáculo que sigan apostando por el flamenco y tengamos más recitales de los que disfrutar.
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