Este sábado 12 de Mayo de 2018, la peña flamenca "La Siguiriya" de Valladolid, ofreció un especial homenaje al cantaor y amigo general de los componentes de esta peña, quienes tienen un especial aprecio al cantaor cordobés Agustín Fernández, motivado por los diferentes encuentros y visitas que este a realizado a esta peña y ciudad, generando la consiguiente amistad que se ha ido produciendo con muchos de sus socios a lo largo de los años.
Estos eventos, suelen ser positivos y a la vez una fuente de enseñanza y cruce de opiniones, entre los asistentes, debido al encuentro entre amigos y nuevos conocidos, como ocurrió en esta cena flamenca en la que hicieron acto de presencia, socios, invitados y como novedad, la asistencia de un grupo de representantes de la peña flamenca de Pozoblanco (Córdoba), arropando a su paisano el cantaor Agustín Fernández, y otras personas aficionadas al flamenco de las peñas de Zamora y Toro.
A pesar del atractivo cartel, con la actuación del reconocido cantaor Manuel Cástulo, conocido por la afición de esta ciudad y, lo prometedor de la noche, la asistencia no fue todo lo positiva que se esperaba, teniendo en cuenta los socios inscritos de la peña, y los dos grupos de visitantes, Pozoblanco y Zamora, apenas éramos poco más de media docena de asistentes. En total sobre setenta personas. Las razones de la escasez de asistencia de muchos de los aficionados flamencos de esta ciudad, a pesar de haberse anunciado lo suficiente como muestra el cartel del anuncio, es una situación que se debe de tener en cuenta y estudiar los motivos que se dan para llegar a esta, ya que en otros años pasados hubiera faltado plazas, como a sí ocurría en otras cenas flamencas.
Finalizada la cena, a instancias del presidente de la peña, Carlos Salgado "Castañeta", reclamo la atención de los comensales para presentar la actuación de los participantes como homenaje a Agustín Fernández, recayendo abrir el turno al aficionado y socio, Santiago Gegúndez, cantando unos fandangos de Lucena, dedicados al homenajeado, granainas y tarantas, acompañado a la guitarra por Faustino Dueñas.
una breve pincelada de la intervención de Santiago Gegúndez y Faustino Dueñas por un fandango de Lucena.
Seguidamente se paso el turno, como era de esperar, a Carlos Salgado "Castañeta" que interpreto, algo muy habitual en el, una Farruca, sin extenderse a penas, y dada la presencia del invitado especial para este evento, para no consumir su tiempo dio paso presentando a Manuel Cástulo acompañado por su guitarrista Manuel Fernández "Peroles", comenzando por tientos, rematando este cante por tangos, como suele ser habitual.
Manuel Cástulo por tientos
Manuel Cástulo es un cantaor largo, conocedor de los más variados estilos, con una voz clara y rotunda, se entrega por completo en su interpretación, sabiendo crear una buena conexión con el público, locuaz y agradecido sabiendo transmitir desde el primer momento. Siguió con unos cantes abandolaos, alegrías de Cádiz, imprimiendo en ellas el sello personal de su tierra natal, soleas y como no podía faltar, dedico una seguiriya a la peña, finalizo con una serie de fandangos con matices del corte de Camarón, quedando patente su personalidad y buena técnica en la que dejo entrever el estilo de Antonio Mairena, como fuente de su inspiración.
Pequeña secuencia por solea
Finalizada su actuación, muy aplaudida toda ella, se procedió a la entrega de trofeos por parte de la dirección de la peña, en este caso una placa recordatorio, para los participantes, y de especial manera al cantaor Agustín Fernández. Momento especial donde el representante de la peña de Pozoblanco, acompañando de su presidente, hizo entrega a la peña de "La Siguiriya" de Valladolid una placa como recuerdo de su visita por esta ciudad y la peña.
Después del intercambio de presentes para el recuerdo, llego en tiempo al homenajeado, definido por la peña la Seguiriya de Valladolid como "Genio en el anonimato", algo muy común en el flamenco, se sabe y se conoce a muchos artistas en el mundo del flamenco que han dado toda su vida por este arte y, que por unas causas u otras muchos de ellos pasan desapercibidos o en el anonimato. Otros llegan a tener cierta popularidad en su provincia, región o a lo sumo conocidos en el mundo del flamenco en peñas y salas fuera de su entorno regional; pero la vida es así, no todos son los elegidos para alcanzar la fama aunque fueran meritorios para ello.
Agustín Fernández Valenzuela, natural de Córdoba (20-12-1939), siendo niño se traslada con su familia a Pozoblanco (Córdoba), regresando a Córdoba por necesidades familiares en 1948, en donde comienza los primeros pasos con el flamenco, teniendo como maestros a Rafael Tiso, Pepe Lora, Ramón de los LLanos y otros cantaores, con poco más de diez y seis años ya dominaba la mayor parte de los estilos flamencos. En su carrera flamenca alcanza importantes premios en diferentes festivales, Córdoba, Sevilla, Valdepeñas, Madrid, Ciudad Real y otros tantos, llegando a inaugurar el famoso Cafe Silverio en Madrid. A compartido escena y grabado con los grandes guitarristas, entre ellos, Paco de Lucía y Manolo Sanlucar. En esta grabación podemos escucharle cantando por Tientos con el guitarrista Manolo Sanlucar.
Agustín Fernández, recabo por primera vez en Valladolid en 1984 acompañado por el guitarrista Perico del Lunar hijo, contratado por la peña "La Siguiya" con sede en aquellos años en la cafetería Paris de esta ciudad. Desde este año, su amistad con los socios de la peña fue creciendo por lo que hasta la fecha fue llamado en varias ocasiones a través de los años, manteniendo y acrecentando su amistad con la mayoría de los socios, hasta llegar a la actualidad en donde ha sido considerado y homenajeado por sus méritos artísticos y amistad.
Momento de la entrega de la placa a Agustin Fernández, por el presidente actual, Carlos Salgado.
Aspecto general de la sala actual sede de la peña.
Finalmente el cantaor Agustín Fernández, a pesar de su edad, dio, un pequeño recital comenzando con una serie de fandangos de Lucena, Solea, Seguiriya, y Levante. Demostrando y dejando patente su conocimiento del cante a pesar de las ya mermadas facultades de voz.
Noche muy emotiva, y de buen flamenco, de esas que se aprende, y que suelen dejar huella, sin prisas y disfrutando en completo silencio, como es norma habitual en la afición de estas tierras, algo que supo resaltar Manuel Cástulo y agradecer por el respeto que se tiene hacia los artistas.
Una vez finalizado el acto, siguieron unos momentos de saludos, fotos para el recuerdo, despedidas y los consiguientes comentarios entre los asistentes sobre este u otro estilo, como intercambio de impresiones y pareceres, algo muy común entre la afición flamenca, alargándose la velada hasta altas horas de la madrugada.
Lo positivo de esta jornada, la buena cofraternización por parte de los representantes de las peñas visitantes, que agradecieron la atención dispensada y buen trato recibido, el buen flamenco que se escucho y se supo disfrutar, la entrega por parte de los que intervinieron, tanto profesionales y aficionados.
Lo negativo, (es mi opinión muy particular) lo sigo diciendo y apuntando. La falta de asistencia y escasez de aficionados.
Esto se debe de analizar con seriedad y ver los motivos porque se produce esta circunstancia. A principios del mes de junio, se presenta en esta ciudad el evento más importante del flamenco de toda la región Castellano- Leonesa. Son las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid y previas a la selección del Concurso Internacional de los Cantes Mineros de la Unión (Murcia). Este año se presenta durante una semana un cartel de lujo, con primerísimas figuras del Flamenco, como la cantaora Rocío Márquez, y Jesús Mendez, Manuel Cuevas, Israel Fernández, al cante. Rafael Riqueni, Manuel Herrera, Antonio Carrión, Miguel Salado, Carlos de Jacoba y Manuel Parrilla a la guitarra.
Pretendo con ello, día a día, tomar nota del aforo diario de la sala donde se realizan los recitales, sería una sorpresa que este año presentaran buena asistencia respecto a años anteriores, que han ido en continua decadencia a este respecto. Si este año se confirma mi sospecha, el flamenco presenta un grave futuro. Esperemos, para bien que no sea así.
El primer avance se presenta el próximo viernes 18 en la sala experimental del Teatro Zorrilla con el recital de Luis Moneo.
Esperemos que todo vuelva al buen camino.
Finalizada su actuación, muy aplaudida toda ella, se procedió a la entrega de trofeos por parte de la dirección de la peña, en este caso una placa recordatorio, para los participantes, y de especial manera al cantaor Agustín Fernández. Momento especial donde el representante de la peña de Pozoblanco, acompañando de su presidente, hizo entrega a la peña de "La Siguiriya" de Valladolid una placa como recuerdo de su visita por esta ciudad y la peña.
Después del intercambio de presentes para el recuerdo, llego en tiempo al homenajeado, definido por la peña la Seguiriya de Valladolid como "Genio en el anonimato", algo muy común en el flamenco, se sabe y se conoce a muchos artistas en el mundo del flamenco que han dado toda su vida por este arte y, que por unas causas u otras muchos de ellos pasan desapercibidos o en el anonimato. Otros llegan a tener cierta popularidad en su provincia, región o a lo sumo conocidos en el mundo del flamenco en peñas y salas fuera de su entorno regional; pero la vida es así, no todos son los elegidos para alcanzar la fama aunque fueran meritorios para ello.
Agustín Fernández Valenzuela, natural de Córdoba (20-12-1939), siendo niño se traslada con su familia a Pozoblanco (Córdoba), regresando a Córdoba por necesidades familiares en 1948, en donde comienza los primeros pasos con el flamenco, teniendo como maestros a Rafael Tiso, Pepe Lora, Ramón de los LLanos y otros cantaores, con poco más de diez y seis años ya dominaba la mayor parte de los estilos flamencos. En su carrera flamenca alcanza importantes premios en diferentes festivales, Córdoba, Sevilla, Valdepeñas, Madrid, Ciudad Real y otros tantos, llegando a inaugurar el famoso Cafe Silverio en Madrid. A compartido escena y grabado con los grandes guitarristas, entre ellos, Paco de Lucía y Manolo Sanlucar. En esta grabación podemos escucharle cantando por Tientos con el guitarrista Manolo Sanlucar.
Agustín Fernández, recabo por primera vez en Valladolid en 1984 acompañado por el guitarrista Perico del Lunar hijo, contratado por la peña "La Siguiya" con sede en aquellos años en la cafetería Paris de esta ciudad. Desde este año, su amistad con los socios de la peña fue creciendo por lo que hasta la fecha fue llamado en varias ocasiones a través de los años, manteniendo y acrecentando su amistad con la mayoría de los socios, hasta llegar a la actualidad en donde ha sido considerado y homenajeado por sus méritos artísticos y amistad.
Momento de la entrega de la placa a Agustin Fernández, por el presidente actual, Carlos Salgado.
Aspecto general de la sala actual sede de la peña.
Finalmente el cantaor Agustín Fernández, a pesar de su edad, dio, un pequeño recital comenzando con una serie de fandangos de Lucena, Solea, Seguiriya, y Levante. Demostrando y dejando patente su conocimiento del cante a pesar de las ya mermadas facultades de voz.
Noche muy emotiva, y de buen flamenco, de esas que se aprende, y que suelen dejar huella, sin prisas y disfrutando en completo silencio, como es norma habitual en la afición de estas tierras, algo que supo resaltar Manuel Cástulo y agradecer por el respeto que se tiene hacia los artistas.
Una vez finalizado el acto, siguieron unos momentos de saludos, fotos para el recuerdo, despedidas y los consiguientes comentarios entre los asistentes sobre este u otro estilo, como intercambio de impresiones y pareceres, algo muy común entre la afición flamenca, alargándose la velada hasta altas horas de la madrugada.
Lo positivo de esta jornada, la buena cofraternización por parte de los representantes de las peñas visitantes, que agradecieron la atención dispensada y buen trato recibido, el buen flamenco que se escucho y se supo disfrutar, la entrega por parte de los que intervinieron, tanto profesionales y aficionados.
Lo negativo, (es mi opinión muy particular) lo sigo diciendo y apuntando. La falta de asistencia y escasez de aficionados.
Esto se debe de analizar con seriedad y ver los motivos porque se produce esta circunstancia. A principios del mes de junio, se presenta en esta ciudad el evento más importante del flamenco de toda la región Castellano- Leonesa. Son las Jornadas Flamencas Ciudad de Valladolid y previas a la selección del Concurso Internacional de los Cantes Mineros de la Unión (Murcia). Este año se presenta durante una semana un cartel de lujo, con primerísimas figuras del Flamenco, como la cantaora Rocío Márquez, y Jesús Mendez, Manuel Cuevas, Israel Fernández, al cante. Rafael Riqueni, Manuel Herrera, Antonio Carrión, Miguel Salado, Carlos de Jacoba y Manuel Parrilla a la guitarra.
Pretendo con ello, día a día, tomar nota del aforo diario de la sala donde se realizan los recitales, sería una sorpresa que este año presentaran buena asistencia respecto a años anteriores, que han ido en continua decadencia a este respecto. Si este año se confirma mi sospecha, el flamenco presenta un grave futuro. Esperemos, para bien que no sea así.
El primer avance se presenta el próximo viernes 18 en la sala experimental del Teatro Zorrilla con el recital de Luis Moneo.
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