Hace unos años, redacte una reseña sobre el emblemático café España de Valladolid, lugar de encuentro de la afición flamenca de esta ciudad, durante algo mas de ocho años (2001-2009).
De forma casual hace unos días, llego a mis manos un panfleto publicitario editado por la Diputación de Valladolid, sobre una exposición de fotografías testigos mudos de la vida y proyecto del nuevo café España que se inicio en 1991 hasta su cierre en 2009. Esta exposición se presento en la sala de Exposiciones del Teatro Zorrilla. desde el 20 de febrero al 16 de marzo de 2014.
Después de leer el folleto publicitario, llegando a la pagina cinco dedicada al flamenco en la que se puede leer con detalle los acontecimientos flamencos que se realizaron durante mas de ocho años en este café, convertido y preparado par poder ofrecer espectáculos propios de los antiguos cafés cantantes de la segunda mitad del siglo XIX. Se fijo en mi ánimo, la idea de rememorar los acontecimientos flamencos que se realizaron en este local, las influencias que ejercía en la afición flamenca de esta ciudad y alrededores, con las posibles consecuencias relacionadas con el, sin duda alguna, marco un antes y un después en el flamenco local.
Este Café fue el referente de la música en vivo y de cercanía, por el pasaron grandes artistas internacionales del Jazz, cantautores, blues, gospel. músicas del mundo y todo aquello relacionado con el mundo de la cultura, tertulias y presentaciones de libros y como no, un espacio dedicado al flamenco. Durante un periodo de 20 años la cultura musical floreció en este local. en 1992 se presentaron por primera ve unos recitales de flamenco con la intervención de Raimundo Amador y Arrajatabla, lo que fue la antesala de una idea, por parte de la gerencia del café. La programación de recitales flamencos sobre la base de un abono flamenco con el fin de poder mantener una programación solida de temporada al estilo de los conciertos consolidados del Jazz.
Esto ocurrió el 4 de Mayo de 2001 con la presentación de la cantaora Mayte Martín, quien marco el principio de una cita con el flamenco los viernes nocturnos. en donde se reunían la afición local y un número considerable de aficionados de otras localidades.
Desde este día, se fueron sucediendo los recitales con primeras figuras en el ámbito flamenco, una larga lista en todos estos años de conciertos con la presencia de grandes talentos como Miguel Poveda, Choclolate, Chano Lobato, Agujetas, Carmen Linares, José Menese, Duquende, Diego el Cigala, Enrique de Melchor, Panseguito, Fernando Terremoto, Maria Toledo, Curro Piñana, Rocio Segura, Calixto Sánchez, Rancapino , El Torta, Antonio Carrión, Marina Heredia, Diego Clavel, Esperanza Fernandez y un largo elenco de primeras figuras acompañados por grandes guitarristas .
Finalizada la programación de cada temporada y llegado el verano, se continuaba dando espacio a cantaores y guitarristas locales con el fin de promocionarles y conseguir al mismo tiempo la continuidad a la asistencia de la afición. Esto es un punto importante dado que mantenía el interés de
la afición local.
En estos años de vital importancia para el flamenco en esta ciudad, en paralelo a este café, el teatro Cervantes de Valladolid financiado por la entidad bancaria Caja Duero presentaba una programación mensual que se extendía desde el mes de septiembre hasta junio del siguiente año, en unas aulas flamencas, con la actuación de primeras figuras. Otro de los acontecimientos flamencos en estos años era la semana flamenca de las previas clasificatorias al Festival Internacional de los Cantes de las Minas, patrocinado por el Ayuntamiento de Valladolid. por lo cual el flamenco bullía constantemente haciendo con ello mantener una afición numerosa y participe en todos estos recitales, además de los que presentaban los teatros y salas de la ciudad, a lo largo del año.
Aparentemente en estos años, parecía que la ciudad de Valladolid contaba con una afición numerosa, teniendo en cuenta la afluencia de esta en todos los viernes del café España presentando un completo aforo, como así sucedía cada miércoles de mes en el teatro Cervantes.
Aspecto de la barra del café España años antes de su reforma en 1997
la nueva imagen después de la reforma en 1999, dos años más tarde
Esto ocurrió el 4 de Mayo de 2001 con la presentación de la cantaora Mayte Martín, quien marco el principio de una cita con el flamenco los viernes nocturnos. en donde se reunían la afición local y un número considerable de aficionados de otras localidades.
Desde este día, se fueron sucediendo los recitales con primeras figuras en el ámbito flamenco, una larga lista en todos estos años de conciertos con la presencia de grandes talentos como Miguel Poveda, Choclolate, Chano Lobato, Agujetas, Carmen Linares, José Menese, Duquende, Diego el Cigala, Enrique de Melchor, Panseguito, Fernando Terremoto, Maria Toledo, Curro Piñana, Rocio Segura, Calixto Sánchez, Rancapino , El Torta, Antonio Carrión, Marina Heredia, Diego Clavel, Esperanza Fernandez y un largo elenco de primeras figuras acompañados por grandes guitarristas .
Finalizada la programación de cada temporada y llegado el verano, se continuaba dando espacio a cantaores y guitarristas locales con el fin de promocionarles y conseguir al mismo tiempo la continuidad a la asistencia de la afición. Esto es un punto importante dado que mantenía el interés de
la afición local.
En estos años de vital importancia para el flamenco en esta ciudad, en paralelo a este café, el teatro Cervantes de Valladolid financiado por la entidad bancaria Caja Duero presentaba una programación mensual que se extendía desde el mes de septiembre hasta junio del siguiente año, en unas aulas flamencas, con la actuación de primeras figuras. Otro de los acontecimientos flamencos en estos años era la semana flamenca de las previas clasificatorias al Festival Internacional de los Cantes de las Minas, patrocinado por el Ayuntamiento de Valladolid. por lo cual el flamenco bullía constantemente haciendo con ello mantener una afición numerosa y participe en todos estos recitales, además de los que presentaban los teatros y salas de la ciudad, a lo largo del año.
Aparentemente en estos años, parecía que la ciudad de Valladolid contaba con una afición numerosa, teniendo en cuenta la afluencia de esta en todos los viernes del café España presentando un completo aforo, como así sucedía cada miércoles de mes en el teatro Cervantes.
Aspecto de la barra del café España años antes de su reforma en 1997
la nueva imagen después de la reforma en 1999, dos años más tarde
imágenes del escenario con la actuación de un grupo de Jazz y el cantaor José Menese en los mejores años de actividades culturales en el café España, testigos de una época de esplendor.
En esta primera década del nuevo siglo XXI, los aficionados al flamenco pudimos disfrutar de los recitales en los que aparecían grandes artistas de primera, además de los ratos después del concierto, intercambiando opiniones con grupos de amigos y conocidos, lo que propiciaba pequeñas reuniones que se alargaban a veces varias horas, sirviendo al mismo tiempo como medio para adquirir, y intercambiar conocimientos y pareceres. Algo muy habitual en la afición flamenca.
A si se llego al fatídico año 2009 con la triste noticia del cierre del café, debido al bum del ladrillo, donde los propietarios decidieron dedicar el local para su venta y posterior construcción de un inmueble. Pero la crisis de este sector arrastro y fulmino todas las perspectivas del futuro, paralizando su venta, para llegar al año actual permaneciendo como testigo inerte de lo que fue y pudo haber sido. En la actualidad, ubicado en los soportales de la plaza Dorada de Valladolid, en pleno centro de la ciudad, continua con sus puertas cerradas, despertando nostálgicos recuerdo en todas aquellas personas que de vez en cuando pasamos cerca de el.
El derrumbe del sector de la construcción, y el cierre definitivo de este café, crearon unas consecuencias negativas en la afición de esta ciudad. Fue el inicio de la gran crisis nacional lo que influyo sobre el futuro del flamenco. Los recitales que se ofrecían en el teatro Cervantes desaparecieron al dejar de ser subvencionados poco tiempo después del cierre del café España.
Uno de los últimos recitales en el teatro Cervantes de Valladolid patrocinado por Caja Duero.
Desde esos años la afición flamenca de Valladolid y alrededores se encontró sin lugar y espacio para acudir y reunirse periódicamente, ademas las nuevas normativas aprobadas por el equipo de gobierno del Ayuntamiento prohibiendo recitales en locales y bares no adecuados fue el puntillazo definitivo.
En aquellos años, cualquier evento flamenco presentado en los diferentes espacios de la ciudad tenía una respuesta positiva en cuanto a la audiencia. Sin embargo el cierre de este café propicio junto con la crisis la dispersión y la falta de continuidad a reuniones y recitales, con consecuencias negativas para el flamenco en esta ciudad. "El tiempo lo lleva y lo trae".
En la actualidad después de una década, los efectos se hacen notar en la disminución progresiva del número de aficionados a este arte, reduciéndose a recitales de artistas muy populares, a los que el público general acude en masa, como pueden ser Sara Baras, Miguel Poveda, Estrella Morente y poco más el resto, aunque sean artistas flamencos de primerísima fila no consiguen la respuesta que debería.
El ejemplo esta, en la continua suspensión de recitales en teatros y salas de la ciudad, con nombres como El Cabrero, Antonio Canales, El Pele, Arcángel que no consiguen la respuesta adecuada de asistencia. De igual forma ocurre en la semana de las pruebas clasificatorias al Festival de las Minas, por la que desfilan primeras figuras del flamenco, con una audiencia escasa, poco mas a veces de un centenar de aficionados, cuando años atrás se agotaban las entradas.¿cuales son los factores que han influido para llegar a esta situación?. No cabe duda que la crisis y el paro han sido un factor importante, pero en mi opinión particular, el café España era un punto de encuentro y tertulia para una afición flamenca, siempre minoritaria, respecto a otras músicas, si servia para dar continuidad y mantenimiento a una afición que aglutinaba no solo a la de la ciudad, también a aficionados de otras localidades y ciudades limítrofes como Palencia y Zamora.
El café España, fue el último café cantante, a imagen de los antiguos, de la época de Oro del flamenco en la segunda mitad del siglo XIX.
Sirva esta reseña como recordatorio del emblemático Café España, esplendor de unos años del Arte flamenco en la ciudad de Valladolid.
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