Adentrarse en los orígenes del flamenco puede ser como intentar andar por un camino abrupto he intransitable lleno de obstáculos, donde a veces se debe de hacer un alto para despejarlo. Dada la gran dificultad de encontrar datos y escritos veraces contrastados, ya que el flamenco no deja de ser un arte musical joven de poco más de siglo y medio, (1850- 2020).
Los primeros datos que se pueden encontrar, son grabados de época, publicaciones de finales del siglo XVIII y la tradición oral de sucesivas generaciones entre este siglo y mediado el siglo XIX, esto en cuanto a su historia y génesis. Entrando en la parte lírica musical, nos encontramos en su nacimiento, con una barrera difícil de superar. Por una parte disponemos de un gran legado escrito en papel, en forma de poemas y poesía popular que sirven de testimonio verídico, pero existe otra, la musical vocal, esta se a transmitido de oído, oralmente y generacional, con la consiguiente reelaboración, por lo tanto, esto siempre conlleva a una posible contaminación y deformación, por lo que se puede deducir la perdida de su pureza.
Es de común acuerdo en la mayoría de especialistas, escritores y la flamencologia general, la aceptación de que el flamenco en su música recibe influencias de diversas civilizaciones y culturas que se asentaron en el sur penínsular en la región Andaluza, por lo que tampoco hay duda de que su nacimiento se produce en este núcleo geográfico. De la misma forma las primeras manifestaciones preflamencas se desprenden del Romance castellano del medievo.
El pueblo recoge de estos romances que llegan a ser populares, las partes (cuartetas) que más les interesan memorizándolas. Juglares y Trovadores, las extienden por toda la geografía peninsular que con el tiempo llegan también a las américas en el ir y venir de los colonizadores.
Estos romances y cantares literarios populares se asientan en las diferentes regiones de España adquiriendo su propia personalidad, en la zona norte se pasan a denominar Tonadas, con sus variantes.( Asturianas, Montañeras, Muñeiras...) y en Andalucía los gitanos las aflamencan para ser denominadas como tonás.
De esta manera simplificada, sin profundizar en la historia, comienzan los primeros cantes flamencos. Al mismo tiempo los romances desmenbrados, se asientan en los diferentes puntos geográficos de Andalucía en forma folclórica, Málaga, fandangos abandolaos, Huelva , Jaén, Granada, Sevilla, Cádiz, Almeria y Córdoba en cada provincia su semilla toma forma propia.
El romance como tal, es recogido por el pueblo gitano de la baja Andalucía y adaptado al flamenco que pasa a ser llamado Corrido.
Es en las labores del campo y en las fraguas de las diferentes ciudades donde las tonadas populares desprendidas de romance se convierten en tonás mas intimas.
Cantes de Trilla
En los trabajos de labor en las zonas rurales surgen un tipo de cante que toma el nombre de tona propia de cada labor o trabajo, que se diferencian por las letras, con poca diferencia en las lineas melódicas. Los escritos y el estudio de investigación recogen varios tipos : Las del Tío Luis el de la Juliana, natural de Jerez de la Frontera y aguador de profesión a quien se atribuye la Liviana, la Grande del Cristo y la de los Pajaritos, la de Blas Barea, Alonso Pantoja y otra docena mas de cantaores de la primera época del flamenco denominada Hermética, anterior a la segunda mitad del siglo XIX (1850). Se llega a contabilizar treinta y tres estilos de tonás. En la Actualidad solo se cantan la Toná chica y la del Cristo.
Entre estas tonas antiguas,se encuentran, como ya se ha indicado anteriormente, las de cantes camperos de laboreo, entre ellas la toná campesina, arrieras, de arada, escarda, de trilla, de recogida de la aceituna (aceituneras) de la uva. Estos estilos de tonás las cantaban los trabajadores temporeros del campo, por lo que determinaban cada faena del campo. Estos cantes se interpretaban sin acompañamiento de instrumentos, las caleseras, trilleras, arrieras, mantenían el ritmo pausado por el sonido de los cascabeles de las caballerías. Este tipo de tona campesina, se extendió fuera de la región andaluza, debido a la trashumancia de grupos de trabajadores campesinos, buscando trabajo hacia otras regiones como Extremadura, la Mancha y Castilla, por lo que de forma oral algunas quedaron en el recuerdo de estas regiones de la península, aunque terminaron finalmente en el olvido total, mediado el siglo XX. o bien perdieron su forma flamenca y fueron adaptadas al folclore popular de cada lugar., como sucedió con los romances, el ejemplo lo tenemos en el romance de Gerineldos, cantado por El Tío José el Negro del Puerto, este mismo se canta en Zamora, por Juanita Santiago
Tio Jose el Negro del Puerto (Romance de Gerineldos)
Juanita Santiago (Romance de Gerineldos)
Otro grupo de Tonas son las artesanales, que se refieren a los oficios de artesanía, La propia toná, el Martinete, la Carcelera, la Debla, la Saeta y la Nana, siendo estas propias de creación gitana.
Estas tonas expresan en sus letras la denuncia de la injusticia social, la rudeza del trabajo, la huida de la persecución, el dolor de los encarcelamientos, la angustia y la impotencia y el dolor de Jesucristo crucificado, son los motivos bases de la creación de numerosos estilos de tonás.
Este grupo de cantes flamencos esta considerado como el eje matriz del flamenco actual. De la tona se deriva y desprenden directamente otros estilos como la Seguiriya, la Serrana, la Liviana y la Cabal a las que finalmente se les adapta un compás y ritmo musical, pero que bien pudieron ser en su inicio otro estilo de Tona.
Exceptuando la seguiriya estos estilos se dejaron de cantar por los profesionales. D. Antonio Chacón es considerado como uno de los primeros conservadores de estos estilos, de los que al parecer los conoció de Manuel Molina. Posteriormente Antonio Mairena y José Menese, fueron otros cantaores contemporáneos que rescataron estos estilos del olvido, a los que siguieron sus pasos muchos cantaores actuales, quienes dan comienzo como norma habitual cantando una tona al inicio de sus recitales, por lo que aparentemente estos estilos permanecen en la actualidad, aunque solo suele interpretarse la tona grande, la chica y la del Cristo, como ya se apunto anteriormente.
letra de una Tona Grande
Yo soy como aquel buen viejo
que está puesto en el camino
yo no me meto con nadie
nadie se meta conmigo.
También muchos de los cantaores, suelen interpretar trilleras, aceituneras y martinetes.
Estas son algunas tonás como ejemplo de este estilo primitivo que sirvió como inicio del flamenco que hoy día conocemos, y que se desarrollo en un ambiente privado no popular en los albores del arte flamenco.
Tona grande y chica, la primera la grande de Tio Luis el de la Juliana cantada por Antonio Mairena, la segunda la Chica de Chacón, cantada por Rafael Romero, la tercera de Tomás Pavón cantada por Gabriel Moreno.
En estas grabaciones, podemos ver las diferencias de interpretación por parte de los cantaores, aún siendo aparentemente iguales en la línea melódica, cada uno de ellos imprime su propia personalidad artística interpretativa.
Otra de las características, que podemos observar y que se extiende ya en las primeras manifesta ciones de estos cantes, son las autorías que se asignan, aún siendo las mismas letras. Esto es un ejemplo de los errores que existen en la historia del flamenco, debido a la transmisión oral implicando en ello la deformación y contaminación de los estilos, lo que ha dado y facilitado la múltiple aparición de estilos con diferente denominación local y personal, pero de misma linea musical.
El motivo principal, siempre ha sido la forma de recrear lo que ya se encontraba formado por intereses creados desde que el flamenco fue tomado como una nueva formula de trabajo, sustento y popularidad.
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