Cualquier aficionado al flamenco y, seguramente público general, no solamente de España, aya oído hablar de Carmen Amaya. Figura internacional de su época en el baile flamenco, irrepetible, segura mente no habrá otra que la iguale en su forma de entender y expresar el baile flamenco.
Este año en curso, después de hacer asistido a varios espectáculos de baile flamenco, que se han desarrollado en diferentes espacios, teatros, salas auditorios de Valladolid, me hago una pregunta; ¿que esta ocurriendo con el baile flamenco en estos últimos años?, ¿ya todo vale?. si exceptuamos a unos pocos, el resto de bailaores/as presentan su espectáculo y, la mayoría bailan o tratan de bailar de la misma forma, siguen unas lineas generales, parecidas, lo mismo da, una solea, alegría, u otro estilo, finalizan todo de la misma forma, con un frenético ritmo de interminables zapateados, contratiempos saltos, y formas, con continuos desplantes, que aveces no tienen razón de ser. imperando la impro visación, con la idea de arrancar al público unos ¡oles! y al final el típico fin de fiesta por bulerías, que por regla general, finaliza con un barullo descontrolado.
Por estas y otras razones, pretendo reseñar un poco la obra artística que nos dejo esta gran bailaora, que bien podría ser ejemplo para muchos profesionales de esta disciplina y, tomaran nota como se puede bailar bien y correcto, aunque sea improvisando.
Carmen Amaya.- Única!
Carmen Amaya Amaya, nació el 2 de noviembre de 1.913 en Barcelona; fallece el 19 de noviembre de 1.963 en Bagur. Gerona.
Nació en una barraca en el Somorrostro, en el seno de una familia gitana. Su padre Francisco Amaya "el Chino" guitarrista, comenzó a llevarla con el por las tabernas, dias y noches, para cantar y bailar con tan solo cuatro años, solicitando unas monedas para poder sobrevivir.
En años siguientes, comenzó a actuar en salas y teatros de poco prestigio, en donde la conoció el empresario de variedades José Sampere, siendo el primero en darse cuenta de las cualidades de Carmen, por lo que decidió ayudarla en los inicios de su carrera.
Sebastían Gash, critico del semanario Mirador, la vio bailar en una ocasión en 1.929 y describió a Carmen de esta manera. " Una gitanilla de no más de 14 años, sentada en una silla, sobre el tablao, impasible y estatuaria, altiva y noble, con indecible nobleza racial, hermética , ausente, inatenta a todo lo que sucede a su alrededor, solita con su inspiración, en una actitud tremendamente hierática, para permitir que el alma se eleve hacia regiones inaccesibles. De pronto, un brinco, y la gitanilla baila lo indescriptible, alma pura, el sentimiento hecho carne. Movimientos de un descoyuntamiento en ángulo recto que alcanza la geometría viva".
Estas fueron las sensaciones que transmitió al periodista, para que el pudiera plasmarlas en el artículo. A finales de la primera treintena del pasado siglo, Vicente Escudero, bailaor de flamenco, natural de Valladolid, que por aquellos años era la máxima figura en este arte. la vió bailar, y comento, Esta bailaora revolucionara el baile flamenco. No se equivocó.
El famoso bailarin de Claque, Fred Astaire, hizo un comentario en una entrevista que le hicieron cuando vio en EE UU. bailar a Carmen: Mucho para ver, mucho para admirar y mucho más para aprender.
Claro esta, que estoy refiriéndome a una gran figura irrepetible. en el baile, por ello, debe de servir como referente a quien pretenda ser profesional de esta disciplina.
"sentada como ausente" solo pendiente y con máxima concentración en lo que ella sentía para poder expresarlo en cuerpo y alma.
(Ahora, salen al escenario, más pendientes del público, colocándose fijos en un punto, tratando, la mayoría de las veces, de mostrar el grado de técnica en los pies, con largos zapateados. pendientes del ritmo, el cuerpo casi siempre estático, salvo algunos braceos y movimiento de manos. olvidando la esencia y el alma del estilo que están interpretando) la mayor parte se basa en querer mostrar sus habilidades técnicas.
No quiero extenderme sobre la biografía de esta magistral artista, ya que está disponible en muchas partes, y existe suficiente documentación sobre su vida y obra, creo que es preferible ver una grabación sobre la forma y la expresión de su baile.
Reseñar, como anécdotas, importantes, su presentación en 1.935 en el Coliseum de Madrid, donde se consagró definitivamente en España. Julio de 1,936, estando trabajando en el teatro Zorrilla de Valladolid, debido a la guerra civil española, tuvo que permanecer en esta ciudad hasta noviembre con su gente, hasta poder trasladarse a Portugal, y desde allí viajar en barco a la ciudad de Buenos aires, Argentina, donde continuo con su arte sobrepasando todas las expectativas. Pasando a EE.UU. y Europa con sus giras. LLego a conocer a personas muy influyentes de la política como al propio presidente de EE. UU, Rosevelt, la reina de Inglaterra, figuras del cine y del espectáculo. Sus actuaciones agotaban las entradas meses antes.
Cuando regreso a España en 1.947, once años después, era ya una estrella reconocida mundíalmente, paseando su arte, y difundiendo el flamenco por todas las partes.
En 1.952, se caso con Juan Antonio Agüero, guitarrista de su compañía.
Su gesto y sus manos, hablan de su arte, raza, sentimiento y pasión a la hora de interpretar.
El la plenitud de su vida artística, la enfermedad pudo con ella, con tan solo cincuenta años, la luz prodigiosa de una gran estrella se apago. Dejando un legado artístico insuperable.
Sus maestros fueron su familia, la calle y la pasión por el flamenco.
Sebastían Gash, critico del semanario Mirador, la vio bailar en una ocasión en 1.929 y describió a Carmen de esta manera. " Una gitanilla de no más de 14 años, sentada en una silla, sobre el tablao, impasible y estatuaria, altiva y noble, con indecible nobleza racial, hermética , ausente, inatenta a todo lo que sucede a su alrededor, solita con su inspiración, en una actitud tremendamente hierática, para permitir que el alma se eleve hacia regiones inaccesibles. De pronto, un brinco, y la gitanilla baila lo indescriptible, alma pura, el sentimiento hecho carne. Movimientos de un descoyuntamiento en ángulo recto que alcanza la geometría viva".
Estas fueron las sensaciones que transmitió al periodista, para que el pudiera plasmarlas en el artículo. A finales de la primera treintena del pasado siglo, Vicente Escudero, bailaor de flamenco, natural de Valladolid, que por aquellos años era la máxima figura en este arte. la vió bailar, y comento, Esta bailaora revolucionara el baile flamenco. No se equivocó.
El famoso bailarin de Claque, Fred Astaire, hizo un comentario en una entrevista que le hicieron cuando vio en EE UU. bailar a Carmen: Mucho para ver, mucho para admirar y mucho más para aprender.
Claro esta, que estoy refiriéndome a una gran figura irrepetible. en el baile, por ello, debe de servir como referente a quien pretenda ser profesional de esta disciplina.
"sentada como ausente" solo pendiente y con máxima concentración en lo que ella sentía para poder expresarlo en cuerpo y alma.
(Ahora, salen al escenario, más pendientes del público, colocándose fijos en un punto, tratando, la mayoría de las veces, de mostrar el grado de técnica en los pies, con largos zapateados. pendientes del ritmo, el cuerpo casi siempre estático, salvo algunos braceos y movimiento de manos. olvidando la esencia y el alma del estilo que están interpretando) la mayor parte se basa en querer mostrar sus habilidades técnicas.
No quiero extenderme sobre la biografía de esta magistral artista, ya que está disponible en muchas partes, y existe suficiente documentación sobre su vida y obra, creo que es preferible ver una grabación sobre la forma y la expresión de su baile.
Reseñar, como anécdotas, importantes, su presentación en 1.935 en el Coliseum de Madrid, donde se consagró definitivamente en España. Julio de 1,936, estando trabajando en el teatro Zorrilla de Valladolid, debido a la guerra civil española, tuvo que permanecer en esta ciudad hasta noviembre con su gente, hasta poder trasladarse a Portugal, y desde allí viajar en barco a la ciudad de Buenos aires, Argentina, donde continuo con su arte sobrepasando todas las expectativas. Pasando a EE.UU. y Europa con sus giras. LLego a conocer a personas muy influyentes de la política como al propio presidente de EE. UU, Rosevelt, la reina de Inglaterra, figuras del cine y del espectáculo. Sus actuaciones agotaban las entradas meses antes.
Cuando regreso a España en 1.947, once años después, era ya una estrella reconocida mundíalmente, paseando su arte, y difundiendo el flamenco por todas las partes.
En 1.952, se caso con Juan Antonio Agüero, guitarrista de su compañía.
Su gesto y sus manos, hablan de su arte, raza, sentimiento y pasión a la hora de interpretar.
El la plenitud de su vida artística, la enfermedad pudo con ella, con tan solo cincuenta años, la luz prodigiosa de una gran estrella se apago. Dejando un legado artístico insuperable.
Sus maestros fueron su familia, la calle y la pasión por el flamenco.
Sirva, al tiempo como un pequeño tributo a esta gran artista del baile, y que sea tomada como una referencia imperecedera del baile flamenco, para aficionados y profesionales del mundo flamenco.
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