Seguimos con una reseña mas, en esta ocasión veremos el grupo de los fandangos, que con toda seguridad es el más numeroso de la familia de los cantes flamencos y uno de los estilos mas arcaicos junto con la seguiriya.
Imagen del baile de un fandango popular
El diccionario de Autoridades de 1735, lo
define como baile introducido por los que han estado en los reinos de indias.
Existen datos de este estilo desde 1702
donde se cantaba y bailaba el fandango.
Viajeros como Casanova Davillier, y Gautier,
dan fe de un baile cantado en diferentes puntos de Andalucía, Barcelona y
concretamente en Cádiz, además de otras partes de la península; como también en
países latino- americanos.
ejemplo del baile de un fandango del folclore en la región de Córdoba de Argentina
Como ocurre con otros estilos flamencos,
existen diferentes teorías sobre el origen del fandango atribuyendo su
procedencia morisca, aragonesa, portuguesa o su vinculación con la jota entre
otras más, debiendo apuntar que existen jotas castellanas con denominación de
fandango o fandanguillo, por lo que durante su aparición como música popular en
la península se asienta como un tipo de folclore que va tomando su propia
identidad en los lugares donde se fija.
Esta grabación puede servir como ejemplo; el fandanguillo popular de Yecla:
En Andalucía sufre un proceso de
aflamencamiento y cristalización que finaliza mediado el siglo XIX proceso que
aún está por aclarar.
Este grupo de bailes y cantes, debe su
procedencia al folclore popular asentado en las diferentes provincias andaluzas,
en las que aún permanecen como formas musicales folclóricas, que fueron
aflamencadas por intérpretes individuales para ser reelaboradas y escuchadas.
Como en Alosno (Huelva) los fandangos estilo Toronjo; en Málaga, estilos
abandolaos de los que se desprenden las malagueñas de la Trini, la Peñaranda,
Juan Breva o Chacón, o los verdiales de Frasquito Yerbabuena.
El término “fandango” hace referencia a una
modalidad de baile y canto, tanto folklórico como flamenco; hoy claramente
definido en el sur peninsular con numerosos estilos asociados
a zonas geográficas y/o variantes personales. No lo fue tanto en tiempos
pasados, donde el vocablo hacía alusión a una “fiesta” más que a un estilo
concreto. Desde el siglo XVIII se viene utilizando esta voz tanto para
referirse a la fiesta donde se canta o se baila, como a la música que se
interpretaba en las reuniones de “fandango”. Parece que no será hasta el siglo
XIX cuando se define la forma definitiva que hoy conocemos bajo el nombre de
rondeñas, malagueñas, jaberas,
jabegotes y fandangos artísticos,
practicados en estructura de seis frases musicales o tercios melódicos
basados en el modo de Mi (o modo frigio), desapareciendo o quedando marginadas
otras diferentes formas de fandango que deben tenerse en cuenta como
importantes, en cuanto a estados anteriores o influyentes en otros géneros de
música y baile, ya sea popular o flamenco.
En
cuanto a Murcia se refiere, por su
fundamental aportación en la familia de los cantes mineros, aclararemos el
porqué de su especial sonoridad melódica, exponiendo y analizando el
antecedente en el cante de madrugá, el origen del tono y toque de taranta en la guitarra.y las variantes cordobesas del fandango abandolao de
Lucena y Puente Genil.
Del grupo del fandango se desprenden numerosas
variantes permitiendo la clasificación de estas; en fandangos populares folclóricos
y sus variantes desprendidas propias y flamencas.
El
fandango es una de las formas musicales folclóricas más extendidas por todo el
territorio español. Si bien se mantiene la estructura métrica (quintillas y
cuartetas octosilábicas), la armonía y los giros melódicos cambian de unas
zonas a otras. En el caso del fandango flamenco, es uno de los géneros más
ricos en cuanto a su variedad temática, armónica y melódica. Las primeras comunes
a las populares se interpretan sobre un metro ternario de 3x4, mientras que las
flamencas o artísticas se
realizan sobre una métrica libre de compás, que dependen de la inspiración
creativa de su creador o intérprete.
Para analizar el fandango y sus variantes, se
hace necesario realizar una clasificación de los mismos, teniendo en cuenta
su historia y relación a su compás, métrica y forma musical.
El Fandango natural,
jabera, malagueña, granaína y taranta, son estilos que nacen del tronco común
de los fandangos de baile, que al ser interpretados por artistas con facultades
especiales, alcanzan mayor fuerza lírica.
De este modo surgen estos estilos deudores
tanto de la recreación personal como del carácter representativo de escenarios
naturales muy diversos: la reja fandanguera del amor, la voz de la habera (Jabera) pregonando la venta de habas, el Café de Chinitas de Málaga, los jardines de la
Alhambra o las minas de Levante, todos ellos poseen una imponente carga de
emotividad, excelente musicalidad e indiscutible garra flamenca.
El fandango Andaluz,
contiene un elemento musical armónico que le caracteriza, y es común a todas
sus variantes populares y flamencas, consistente en una alternancia de letras y
variaciones instrumentales con la tonalidad que se acompañan estos cantes,
creando un ostinato (sucesión de compases
con una secuencia de notas que se repiten en cada compás) que sigue un
orden de acordes de acompañamiento al cante, y por lo tanto al baile, cuando
estos se interpretan para tal fin, lo que hace aparecer una estructura general
y común a todas las variantes del fandango, incluso los fandangos
denominados naturales o artísticos propios de su creador.
Teniendo en cuenta el cuadro sinóptico
del grupo de los fandangos que se presenta en la página anterior.
El fandango se puede presentar clasificándolo
según las características que lo conforman, dependiendo de puntos geográficos.
y los creados personalmente por cantaores y cantaoras.
1.- Fandangos del
folclore local o comarcal
2.- Fandangos que se aflamencan
3.- Fandangos Personales o artísticos
4.- Fandangos de Huelva
5.- Fandangos Abandolaos
6.- Fandangos de Málaga
7.- Fandangos dependientes de la solea
8.- Fandangos dependientes de la Malagueña
9.- Fandangos de Granada
10.- Fandangos
Mineros.
Acompañamiento
instrumental:
El acompañamiento instrumental habitual del fandango es la guitarra flamenca.que
se desarrolla sobre un compas ternario muy extendido por toda la península, en
diferentes líneas musicales, tomando dos patrones rítmicos, de Huelva y el
abandolao principalmente de Málaga, que se deriva a otras provincias y
localidades de Andalucía; Granada, Almería, Córdoba, en Murcia, la Mancha,
Extremadura, Castilla y seguramente en otras mas.
Los fandangos personales
creados por cantaores suprimen el ritmo para crear otros diferentes estilos más
artísticos, que toman la denominación de sus creadores como por ejemplo;
fandango del Niño Gloria, de Macande, del Pichichi, de Vallejo. etc…etc.
La
estructura básica de los principales fandangos, tanto a compás como libres, es
la siguiente:
Seis frases musicales que corresponden con los seis versos
que se cantan. Cada una de estas frases consta de cuatro compases de 3/4. Se
van intercalando dos líneas melódicas distintas, aunque se presentan siempre con pequeñas variaciones en los momentos
cadenciales
Compás Versos 1 2 3. 4 5
6. 7 8 9. 10 11 12
1er verso E ------------------------C I VI
2º verso C ------------------------ F VI II
3º verso
F ------------------------ C II VI
4º verso C ------------------------ G VI III
5º verso G7 ---------------------- C III VI
6º verso C ------------------------ A- G F E VI IVIII II I (Cadencia
andaluz
Métrica Literaria; Quinteta octosilábica.
Se repite el primero de los versos. Copla cantada
(Mi)E- Serrana por tu querer, (Do)C
(Do)C- la vía yo la daría,(Fa) F
(Fa)F- (serrana por tu querer;) (Do)C
(Do)C- eres mi noche y mi día, (Sol) G
(Sol7ª) G7º-presente yo te tendré, (Do)C
(Do)C- pa los restos de mi vía.(Mi) E-
VARIANTES DE FANDANGOS
Sin que con los estilos tratados quede agotado
este amplio grupo de cantes, sí podemos afirmar que aquí se encuentra un buen
número de los más representativos: pasando por cuantos representan muchas
localidades, comarcas o pro- vincias de Andalucía desde el Fandango natural,
matriz con la que numerosos maestros hicieron sus estilos personales:
Fandango de Huelva
Fandango de
Almonaster
Fandango del Cerro
Fandango
de Valverde
Fandango
de preparación de Alonso
Fandango de cambio de Alonso
Fandanguillo
largo
Fandango
de Almería.
Fandangos Abandolaos
Fandangos de Granada
Fandangos Mineros
Fandangos de Málaga abandolaos
Fandangos Artísticos personales..etc.
Tonalidades:
Su armonía transcurre sobre el modal
andaluz. Toque por Arriba en el semitono Mi –Fa, y toque por medio sobre el
semitono La–Sib. En ambos tonos, se realiza un preludio musical para la entrada
al cante, en el que se cambia al modo mayor.
En Mi, corresponde el modo mayor de Do; en La, sería el Fa mayor.
Durante la letra cantable, se presenta el
ostinato de acordes de acompañamiento, siendo su relación; en Mi(toque por arriba): Do-Fa-Do-Sol-Do-Fa; en La (toque por Medio): Fa-Si-Fa-Do-Fa-Si.. y sus tonalidades
mayores (Do - con su dominante Sol7ª y Subdominante Fa) y (Fa- con su dominante
Do7ªy subdo- minante Si).
Compás:
Su
metro, como ya sea apuntado anteriormente, se desarrolla sobre un compás
ternario de 3x4, con dos variantes
rítmicas, la del palilleo común a los fandangos de Huelva y la del abandolao
propio de los verdiales de Málaga de la antigua malagueña de la que se derivan
las diferentes malagueñas artísticas,
y según algunas opiniones, los cantes de las minas de Murcia, Almería y
fandangos de la provincia de Granada; como las granainas de D. Antonio Chacón,
el de Frasquito Yerba- buena; y los
abandolaos de Lucena y Puente Genil en Córdoba.
El
compás abandolao, propio de los fandangos verdiales de Málaga, que se extienden
a otros puntos geográficos (apuntado en párrafos anteriores) como; Granada,
Almería, Lucena y Puente Genil (Córdoba).
La
estructura musical del fandango es común a todos ellos. El guitarrista inicia
un preludio musical (falsetas) de libre interpretación en la tonalidad adecuada
al cantaor, empleando el modal andaluz, Mi-Fa (toque por Arriba) o LA- SIb (toque por Medio)
para finalizar dando entrada al cante donde el guitarrista cambiará al modo mayor de
(Do) si es en tono de Mi toque por arriba, o (Fa) si es tono modal de LA mayor,
toque por medio.
Durante
todos los tercios (versos), en estrofas de cinco versos octosílabos repitiendo
uno de ellos, se establece un proceso de comunicación entre cantaor y
guitarrista, a modo de pregunta
respuesta al final de la melodía de cada tercio, donde el guitarrista deberá de
estar atento a la melodía que realiza el cantaor tratando de arropar de
forma correcta con la armonía y
responder acoplando con el acorde adecuado correspondiente, o introducir
ligeras y cortas frases musicales como respuesta y alivio al cante ajustando el
compás, al tempo que va desarrollando el cantaor durante toda la melodía.
En el último tercio, el cante se suele
recrear con largas melismas, donde el intérprete muestra sus facultades y
conocimientos, y el guitarrista cerrara apoyando con largos rasgueos al cantaor
para finalizar rematando al cambio del modo mayor correspondiente al Modal
Andaluz.
Esta es la formula general que se aplica de
acompañamiento al cante, común en todos los estilos del flamenco.
En
todos los estilos del flamenco, el músico, en este caso el guitarrista, da
comienzo siempre con un pequeño fraseo musical, como preludio al cante que
sirve de introducción melódica y a la vez fijar el tono al cantaor, que suele
iniciar el cante con unos ayeos a modo de entonar y preparar la voz, para
entrar en el primer tercio o verso del estilo, una vez que el guitarrista le ha
dado la salida al cante.
Solamente estilos como las tonás y romances
primitivos se realizan sin acompañamiento musical en el flamenco.
En el grupo de los
fandangos existen estilos con características propias tonales como son las
granainas, las rondeñas y los cantes de las minas, que emplean otras
tonalidades, como el Fa#(fa sostenido), Re#(Re sostenido, Sol# (Sol sostenido), o el Si mayor; aunque la
estructura musical y armónica se aplica de igual forma a todos ellos, variando
solamente el tono correspondiente a cada uno de ellos.
En estos estilos, el guitarrista interpreta
las escalas correspondientes a estos tonos realizando las falsetas (pequeñas frases musicales, que en el argot flamenco se llaman falsetas) sobre estas
escalas, de manera similar a los tonos mayores y modal.
Del
primer grupo de los fandangos locales propios del folclore se encuentran los de
ritmos abandolaos; de los que se originan los llamados Verdiales,
pertenecientes a la comarca malagueña del verdial, denominación que adquieren
debido a un tipo propio del color de la aceituna. Estos estilos son muy antiguos
y se interpretan en las zonas rurales en grupos y pandas locales, adquiriendo
su propia personalidad y denominación, sobre todo en la rítmica del lugar o
localidad de origen, donde se cantan para el baile de parejas o grupos, sobre
un compás ternario de 3/4
con una clave rítmica muy seguida y alegre propia de cada lugar.
También se originan de forma parecida en
el litoral de la costa malagueña y en la propia ciudad de Málaga, donde
adquieren un sentido más particular en los trabajos relativos a la pesca.
Esta forma musical salpica a localidades de
la provincia de Córdoba, como; Lucena y Puente Genil. y a la provincia de
Granada donde adquiere relevancia el fandango abandolao de Frasquito
Yerbabuena, que abandona su forma folclórica para convertirse en una creación
personal de este cantaor granadino, pero sin abandonar su compás y ritmo abandolao
primitivo.
Este
fandango exige para su interpretación disponer de grandes facultades y técnica
en la voz para poder resolverlo adecuadamente, teniendo en cuenta las variantes
melódicas de los diferentes puntos geográficos con su propia identidad o
“dejillo”, o formas diferentes de ejecutar el fandango abandolao.
Dentro del grupo de los estilos abandolaos se encuentran la Rondeña y la Zarabanda, estilos arcaicos y posiblemente los mas antiguos de los que se desprenden el resto de abandolaos.
la Rondeña, bailada por Antonio Márquez y Aída Gómez , Ballet Nacional de España
La Zarabanda, es
otro estilo procedente de los bailes barrocos de ritmo abandolao, famoso en
los siglos XVI y XVII como baile de cascabel por su música alegre acompañado
con panderos y castañuelas.
Junto con la Jabera, es de los estilos
bailables más antiguos, que fueron adaptados y
populares en latino América, llevados por los colonizadores andaluces;
ya se bailaba en el siglo XVI, siendo adaptado al flamenco en la provincia de
Málaga.
Su origen pudiera ser latino, o bien llevado
a las colonias españolas por emigrantes andaluces, enraizando posterior mente
en ellas.
Igual que el Jabegote, en la actualidad
se encuentra casi en desuso. Grabado
por primera vez, por el Niño de Genil en 1911. Destaco como intérprete de este
estilo la “Niña de las Perlas”. Rescatado y recordado por el cantaor Diego
Clavel en algunos de sus recitales.
imagen del Baile de la Zarabanda
Miguel Vargas y Jose Luis Postigo a la guitarra interpretan la rondeña El guitarrista Juan Moreno interpretando una rondeña de concierto
Fandangos de Huelva:
Tal
vez el “fandango de Huelva” sea una de las manifestaciones poéticas cantadas
más antiguas de la Península Ibérica, que en compás de tres por ocho se
interpreta con aire rítmico muy dinámico, claro ejemplo de la viveza expresiva
de los onubenses. El matiz flamenco se ha ido acentuando con el transcurso del
tiempo por el cultivo que de él han hecho las voces más privilegiadas del
cante.
Huelva
está considerada como una de las provincias más ricas y expresivas de Andalucía
en lo que a cante se refiere. Puesto de
honor merecieron Antonio Renjel y Pérez de Guzmán entre los innumerables
cultivadores de este cante.
Para interpretar el alegre fandango de Huelva
hace falta mucha gracia y soltura, y entrar con precisión en cada ciclo
armónico de su ritmo bailable. Sus letras hablan de amor, de la naturaleza, de
animales y de las faenas pesqueras de mar adentro, escenarios en que se
inspiraron los hombres y mujeres de la Onuba fenicia, y siguen siendo el
principal motivo de inspiración de los habitantes de hoy.
Son los fandangos de Alosno (Huelva) la máxima expresión musical de esta tierra. Orígenes
Fandango de Huelva:
cante propio del pueblo al que representa.
Variantes musicales: Con frecuencia las
palmas marcan el compás a la guitarra, el cante y el baile.
Variantes literarias: Quintilla
octosilábica. Se repite el primero de los versos. Huelva no sólo es marinera,
que mira a través del mar a otros pueblos y continentes, a los que lleva siglos
cantando; también tierra adentro tiene mucho que ofrecer y en qué inspirarse
para expresar su ternura a la naturaleza y a sus más débiles criaturas.
Copla cantada Una paloma encontré,
yendo yo de cacería,
una paloma encontré,
no dispares me decía:
que vengo de recoger
comida para mi cría.
Compás: El compás bolero desdoblado de 3x4 se aplica a todos los fandangos de Huelva, llamado ritmo del "palilleo"
Fandangos Personales Artísticos.
Del
compás ternario de los fandangos populares de Huelva y de Málaga abandolaos,
muchos de los artistas flamencos, mediado el siglo XIX y principios del XX,
ante la necesidad de destacar dadas las cualidades especiales de algunos de
ellos como cantaores creadores unos, y recreadores otros, recogen estilos
populares como estos fandangos mencionados, y prescindiendo de su compás y
metro (medida) crean y recrean nuevas formas melódicas de interpretación de
estos primitivos fandangos del folclore andaluz dando lugar a la aparición de
nuevas formas cantables personales que engrandecen los primitivos fandangos del
viejo folclore popular, ampliando con ello el panorama flamenco a una gran
variedad de nuevos estilos cantables que van recibiendo la denominación del
autor creador como por ejemplo los fandangos personales del Niño Gloria,
Manuel Torre, Manuel Vallejo, el Carbonerillo, el Pichichi, de Fregenal Paco
Toronjo y un largo nominal de nombres artísticos que inundan el panorama del
cante flamenco desde los primeros años del siglo XX.
Fandangos naturales interpretados en un mano a mano por el Niño de Peñaflor y Miguel de Tena.
Estos estilos llegan a ser demandados por el gran público adquiriendo
máxima popularidad a principios del siglo XX llegando incluso a situarse por encima
de la mayoría de estilos como la solea y la seguiriya, algo que levanto el
recelo en la afición más clásica y ortodoxa, ante el peligro del olvido de
otros estilos más clásicos y el detrimento que según algunos “especialistas”
causaban al arte flamenco.
Los fandangos personales, dada su gran variedad y especial musicalidad,
llegan a adquirir mucha fama manteniéndose hasta la actualidad como unos
estilos recreados por todos los cantaores/as del flamenco, llegando a formar
parte habitual del repertorio de cada uno de ellos, sabedores los artistas de
la demanda por parte del público aficionado, incluso reservándolos como final
para cerrar el espectáculo o recital.
Tuvieron su máximo esplendor hasta los años sesenta del siglo XX durante
la época denominada por la flamencología “Opera Flamenca” que se extendió desde
finales del siglo XIX hasta mediado el siglo XX años de la gran expansión y
popularización del flamenco dentro y fuera de España gracias a las compañías y
grupos que realizaban sus giras por el territorio nacional, he internacional.
De todos estos fandangos, se puede destacar un fandango preciosista dada
su musicalidad, fue D. Antonio Chacón creador de la Granaina y la Media
Granaina, fandangos especiales locales de la provincia de Granada, a los que
les asigna su nombre como denominación general.
Con esta síntesis del grupo de los fandangos, finalizamos esta primera parte; dada la gran diversidad de estilos de este grupo y para poder reseñar los estilos más importantes se prosigue en la siguiente presentación ( Cante a Cante VIII- Estilos de fandangos).
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